¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO

Los padres de las luces


Los “iluminados” de Bs.As. (los de “fraque y levita”) nunca le perdonaron a las provincias que formando una Confederación de provincias, tuvieran a su vez su propia determinación.

Utilizaron las peores actitudes para imponer la hegemonía de Bs.As sobre las provincias, como el caso de Artigas, (con influencia en la Banda Oriental, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Córdoba), que como no podían vencerlo ni engañarlo, usaron cualquier método para derrotarlo. (Rivadavia, Sarratea, Alvear, etc.)

El ministro García y Rivadavia pedían y apoyaban a los brasileños para que ocuparan la banda Oriental, porque preferían resignar territorio nacional a Brasil con tal de no negociar con Artigas.

Mientras Güemes luchaba con los españoles en el Norte, pidió refuerzos a Belgrano, -que estaba al mando en Tucumán- para que atacase la retaguardia enemiga, pero Belgrano recibió la orden terminante de Pueyredón de ir contra Santa Fe a combatir “la anarquía”. Parece que los enemigos no eran los godos, sino “los gauchos de la barbarie”.

Mientras las provincias luchaban contra porteños, portugues y españoles, los emisarios de Buenos Aires, Rivadavia y Valentin Gómez, recorrían las cortes de Europa en busca un príncipe para coronar en el Río de la Plata.

Pueyredón ofrecía la corona a algún príncipe de Francia …” a la familia tan querida de nuestros corazones”…(la de Borgón-Orleans).

Los ingleses no querían la coronación de un francés que compensaría la balanza -hasta ese entonces totalmente favorable al comercio ingles-, y preferían la dependencia de España y la libertad del comercio ingles.

Como los porteños no pudieron conseguir un príncipe de “pais de primer orden” para gobernarnos, en Europa le ofrecieron a Valentín Gómez un “premio consuelo”, para que se corone a Carlos Luis de Borbón, Príncipe de Luca un ….”joven, casi un niño, del que solo puede enterarse que tocaba el violín y era soberano de un pequeño Estado Italiano”… Se negoció en forma reservada y se aprobó en forma secreta por el Congreso.

Como Valentín Gómez (preparándose para la próxima ceremonia) trajo un peluquín de Europa para tapar su pelada, el siempre original padre Castañeda le diría en verso:

"Mama Valentina.
se puso peluca,
cuando fue a traernos,
al duque de Luca."

Fuente:
www.lagazeta.com.ar