La flota ballenera japonesa inició su temporada de caza en la Antártida y se prevé que esta actividad ilegal se extenderá hasta abril de 2011.
La campaña de caza se inicia a pesar de la presión y desaprobación de la opinión pública internacional.
Muchas organizaciones han denunciado en forma reiterada las nefastas consecuencias que tiene esta actividad depredatoria de los armadores japoneses, quienes bajo el pretexto de que realizan esta caza con fines científicos disfrazan una industria tan lucrativa para ellos, como dañina para la biósfera.
El gobierno argentino posee una inalterada posición conservacionista frente a la caza de ballenas, la cual ha sido puesta de manifiesto de manera permanente, tanto en el ámbito nacional como internacional. Las diferentes medidas de protección de ballenas adoptadas en nuestro país en los últimos años, han favorecido la recuperación de varias poblaciones de cetáceos.
En la Argentina está vigente la Ley 23.094 [1984] que declara a la ballena franca austral monumento natural, dentro de las aguas jurisdiccionales argentinas, otorgándole la mayor protección posible. La Resolución ex SRNyAH N° 351/95 prohíbe la caza, captura o apropiación y tránsito, en jurisdicción nacional, de todas las especies de cetáceos y pinnípedos que figuran en el listado que obra como Anexo I de dicha normativa. Asimismo, la Ley N° 25.052/98 prohíbe la caza o captura a través de redes o por el sistema de varamiento forzado, de ejemplares de orca [Orcinus orc] en todo el territorio nacional.