¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO

LUIS CARDEI: UNA PELÍCULA CUENTA SU VIDA.



SE ESTRENÓ “EL TORCAN” EN CUATRO SALAS DE BUENOS AIRES.


EL ÚLTIMO CANTOR DE LOS CIEN BARRIOS

Fue un cantor de culto. Pocas emociones como ésa, la de su voz, quedaban vivas en el tango. Luis Cardei murió ocho años atrás, cuando cierta fama le tocaba los talones, ya de grande, como reconocimiento injustamente aletargado. Pero su estela había dejado huellas luego de treinta años trasegando bares y cantinas.

En la sala Tita Merello, se estrenó El torcan, la película sobre su vida, protagonizada por Osqui Guzmán y dirigida por Gabriel Arregui. "De Cardei me atrapó la forma de interpretar que tenía, la dulzura y la ternura con la que cantaba, y su personalidad tan sufrida e inclaudicable", define Arregui. Cardei padecía hemofilia y era dueño de "un aire a Quasimodo" (como decía de sí mismo); sin embargo, ninguna contrariedad eclipsó su temple ni pudo con sus ganas de disfrutar. Cuenta la leyenda que mil veces se descompuso antes de un recital, que mil y una se repuso y una vez frente al micrófono, todo era distinto. El escenario y el tango lo potenciaban, haciéndole olvi­ar tantos dolores. Dicen que fue el último cantor de los cien barrios porteños. Dicen que se lo extraña. Que falta.

Por Alba Piotto
Fuente: Clarín
Más información: http://www.clarin.com/

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