¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

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EEUU se atasca mientras Cuba cambia - nota de Landau y Valdés

El presidente Obama y sus asesores comparten con casi todos los medios masivos la misma debilidad visual en lo que se refiere a Cuba: no ven lo evidente, los hechos cruciales y el contexto que tienen ante sus ojos.

Mientras Cuba comienza a experimentar cambios básicos en su economía y estructura de gobierno, las noticias en los medios occidentales siguen normas predecibles fuera de contexto, y por lo tanto irrelevantes.

Durante más de medio siglo, la mayoría de los redactores y productores de radio y TV han tenido un interés consciente o no reconocido en el fracaso de la revolución cubana. Pensar de otra manera, como han aprendido los reporteros y los asesores, sería un error que perjudicaría su carrera. A fin de invalidar el intento de Cuba por cambiar la relación social de su sociedad y de comunicar su mensaje al resto del tercer mundo, los medios occidentales constantemente dejan de situar en contexto los hechos que provocaron la revolución. En su lugar, Washington y los estenógrafos que llaman “la prensa”, juzgan a Cuba por las normas de EE.UU. y en el contexto de EE.UU. Cuba siempre debe comportarse según lo que los medios suponen son las normas de la perfección democrática. Este criterio para juzgar, más allá de su vaguedad, lo lleva a uno a preguntarse acerca de valores y prioridades.

De una nota publicada por
Saul Landau (en imagen) y Nelson Valdés
en progreso-semanal.com