¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO

Reflexión de Don Bosco por 1878

Qué chicos deben considerarse en riesgo

Yo creo que no se pueden considerar malos, sino en riesgo de llegar a serlo, aquellos que:

1º Emigran de ciudades o de diversos pueblos y van en busca de trabajo a otras ciudades y países. En general éstos llevan consigo un poco de dinero que gastan en breve tiempo. Si después no encuentran trabajo, corren verdadero peligro de dedicarse al robo y comenzar el camino que los conduce a la ruina.

2º Aquellos que quedaron huérfanos de padres y no tienen a nadie que los acompañe, quedando abandonados al vagabundeo y a las malas compañías, cuando una mano amiga o una voz caritativa, habría podido conducirlos por el camino del honor y del honesto ciudadano.

3º Aquellos que tienen padres que no pueden o no quieren hacerse cargo de sus hijos; y por tanto los echan de la familia o los abandonan totalmente. De estos padres crueles lamentablemente hay un gran número.

4º Los vagabundos que caen en manos de la policía pero que no son todavía delincuentes. Éstos, si fueran recogidos en un hogar donde se los instruyera y encaminara al trabajo, serían ciertamente arrancados de las cárceles y restituidos a la sociedad.

Don Bosco