Rechazados en sus primeras tentativas de efectuar desembarcos después de Obligado, los anglo franceses bombardearon furiosamente el campo del Tonelero durante 3 horas con balas de 64 mm, el 11 de febrero de 1846. A mediados de abril, Thorne, con una de las baterías volantes, pone en fuga al Philomel, y voltea la pieza del castillo de proa del Lizard, según confesión de los oficiales ingleses en sus partes a Hotham (Saldías. Historia de al Confederación Argentina).
Las fuerzas de Mansilla represan el pailebote El Federal, tomado en la bahía de Montevideo en julio del año anterior, y ahora mandado por el teniente Fagan. Enfurecidos por esos contrastes los agresores redoblan sus atropellos, el 21 de abril asaltan el puerto de la Ensenada, cometiendo toda clase de atentados. El 29 de abril incendiaron el puerto de Atalaya. En el primer episodio, varado un buque atacante al retirarse, el oficial inglés levanta bandera de parlamento, pero al acercarse los argentinos son recibidos con fuego graneado, al que contestan matando al guardiamarina Wardlaw.
Ante estos atentados, Rosas decreta la pena de incendiarios prescripta en las leyes generales, para los prisioneros que se haga a los anglo-franceses empeñados en estas actividades.
Pocos días más tarde, al enterarse de Obligado, San Martín escribía a Guido:
Grand Bourg, 10 de mayo de 1846
Mi querido amigo:
Sarratea me entregó a mi llegada a ésta su muy apreciable del 12 de Enero; a su recibo ya sabía la acción de Obligado. ¡Qué iniquidad! De todos modos los interventores habrán visto por este “hechantillón” que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca: a un tal proceder, no nos queda otro partido que el de no mirar el porvenir y cumplir con el deber de hombres libres, sea cual fuere la suerte que nos depare el destino; que por mi íntima convicción, no sería un momento dudosa en nuestro favor, si todos los argentinos se persuadiesen del deshonor que recaerá sobre nuestra patria, si las naciones europeas triunfan en esta contienda, que en mi opinión es de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de la España. Convencido de esta verdad, crea usted mi buen amigo, que jamás me ha sido tan sensible, no tanto mi avanzada edad, como el estado precario de mi salud, que me priva en estas circunstancias ofrecer a la patria mis servicios, no por lo que ellos puedan valer, sino para demostrar a nuestros compatriotas, que aquella tenía aun un viejo servidor cuando se trata de resistir a la agresión la más injusta y la más inicua de que haya habido ejemplo...”
José de San Martín (1)
(Referencias:
(1) Gaceta Mercantil del 8 de agosto de 1846
Fuentes:
- Irazusta Julio. Vida política de Juan Manuel de Rosas.t.V.p.143-261-332)
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
- Irazusta Julio. Vida política de Juan Manuel de Rosas.t.V.p.143-261-332)
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
Otra nota:
21 de abril de 1846: Como táctica de distracción para hacer disminuir los ataques federales, los ingleses atinan a desembarcar en Ensenada, provincia de Buenos Aires, acción que es notablemente repelida por la guarnición del lugar, a cargo del general Prudencio Ortiz de Rozas, hermano del Restaurador de las Leyes.
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