Duval, Pedro (padre)
Era un fuerte y caracterizado comerciante de Ensenada en los comienzos del siglo XIX. En 1834 asumió como Juez de Paz del partido. Durante la segunda invasión inglesa, la que tuvo lugar en el Fuerte Barragán, algunos aseguran que engañó inteligentemente a los británicos para demorarlos.
Según cuenta Carlos Asnaghi, Pedro Duval era uno de los primeros pobladores asentados en esta zona a fines del siglo XVIII. Hay, como dijimos, historias y leyendas diversas sobre este personaje. Era comerciante y armador, propietario de muchas embarcaciones, por ejemplo la fragata "Ceres", los bergantines "Viernes" y "Matagente" y la sumaca "Martes". En la sumaca transportaba esclavos, al menos a comienzos de 1798. Intentó también tratar esclavos pero no se le permitió, a pesar de ser uno de los dos empresarios más solventes y activos del puerto de Buenos Aires.
Defendió muchas veces la importancia del puerto ensenadense. Sus donaciones financiaron mucho de la construcción de la Iglesia de 1802. Vino a vivir en la "Casa Grande", una mansión que se hizo edificar en el pueblo, que habría estado ubicada en las cercanías de lo que hoy es Estados Unidos e Hipólito Irigoyen.
Falleció en 1818.
Era un fuerte y caracterizado comerciante de Ensenada en los comienzos del siglo XIX. En 1834 asumió como Juez de Paz del partido. Durante la segunda invasión inglesa, la que tuvo lugar en el Fuerte Barragán, algunos aseguran que engañó inteligentemente a los británicos para demorarlos.
Según cuenta Carlos Asnaghi, Pedro Duval era uno de los primeros pobladores asentados en esta zona a fines del siglo XVIII. Hay, como dijimos, historias y leyendas diversas sobre este personaje. Era comerciante y armador, propietario de muchas embarcaciones, por ejemplo la fragata "Ceres", los bergantines "Viernes" y "Matagente" y la sumaca "Martes". En la sumaca transportaba esclavos, al menos a comienzos de 1798. Intentó también tratar esclavos pero no se le permitió, a pesar de ser uno de los dos empresarios más solventes y activos del puerto de Buenos Aires.
Defendió muchas veces la importancia del puerto ensenadense. Sus donaciones financiaron mucho de la construcción de la Iglesia de 1802. Vino a vivir en la "Casa Grande", una mansión que se hizo edificar en el pueblo, que habría estado ubicada en las cercanías de lo que hoy es Estados Unidos e Hipólito Irigoyen.
Falleció en 1818.