¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO

HECHO EN BERISSO - CUENTOS SOBRE INMIGRANTES

Hola Amigos!

Les envío las direcciones en donde se puede adquirir el Libro:
"HECHO EN BERISSO, CUENTOS SOBRE INMIGRANTES". de mi amigo Aníbal Guaraglia.

Es un libro con interesantes microrrelatos, se presentó en Berisso en 2010 y sigue contándo con el beneplácito, no sólo de los berissenses sino también de los turistas que visitan esa ciudad en los distintos eventos, actualmente en la "Fiesta Nacional del Inmigrante".

En La Plata:
Rayuela 44 esq. Plaza Italia
Libreria la Normal 7 nº 1125 e/ 55 y 56
Libreria de la Campana 7 nº 1288 e 58 y 59
Libr. Nacional 42 nº 390 E 2 y 3

En Berisso
Puesto de diarios de Montevideo y 11
Montevideo y 13
Montevideo e/ 4 y 5

Desde ya, muchas gracias por lo que puedan hacer para difundir la información. Cariños. Noe.

EL PODER SIEMPRE SE BURLA DE LO HUMANO CON PODER


EL PODER SIEMPRE SE BURLA DE LO HUMANO CON PODER,
CON SUPERIORIDAD (aquí no hay ningún tipo de error, y eso estremece).


Los que utilizan el poder de la mentira van siempre con soberbia y vacilación pasando por encima de lo que les es minúsculo.
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Publicado por Blogger para SENTIDO CRÍTICO

Octubre de 1820: más sobre el motín del coronel Pagola

Martín Rodríguez
El motín

El 1° de octubre de 1820, los porteños se vieron alarmados por un motín militar dirigido por el coronel Pagola y apoyado por Quintana, Agrelo, Sarrateea, Soler, y algunos partidarios federales. Querían derrocar al gobernador general Rodríguez “por pertenecer a la facción destruida del Congreso y del Directorio, enemiga de la libertad de los pueblos y de los patriotas”. Un gran desorden, tumultos, descargas de fusilería y batallones que atacan el Fuerte al grito de “¡Abajo la Facción!”.

El general Rodríguez sale precipitadamente del Fuerte con un grupo de ayudantes, y por la orilla del río se dirige al encuentro de Juan Manuel de Rosas que marchaba hacia la ciudad al frente de sus Colorados de Monte, unos mil hombres bien montados y equipados a su costa.

Juan Manuel, siempre estricto, disciplinado y defensor del orden legal, había dicho a sus soldados que lucharían para asegurar “la paz y restablecer el orden, olvidando perjuicios locales y políticos, Vamos a concluir con la guerra y buscar la amistad que respeta las obligaciones públicas” y proclamaba que “La división del sud sea el ejemplo: desconfiad de los que os sugieran especies de subversión del orden y de insubordinación”


En la ciudad convulsionada por el tumulto, los amotinados se sintieron triunfadores y convocaron a un cabildo abierto para el día 3 de octubre en el templo de San Ignacio, con el principal objeto de nombrar gobernador, cuyo candidato era Manuel Dorrego.

Según relata un testigo, a esa asamblea concurrieron, además de las facciones amotinadas, “algunos hombres de puñal, algunos federales de buena fe, extranjeros mirones y metidos, alguna gente decente en minoría y bastante chusma”

El loco Virgil

Rosas estaba acampado con Rodríguez en Barracas, y oponiéndose al desorden y a la insurrección, tramó un ardid para desbatar el cabildo abierto de San Ignacio; envió a la reunión a unos matarifes de avería, movilizados en los suburbios con algunos de sus peones, y puso al frente de esos “elementos”, al profesor italiano don Vicente Virgil, con el objetivo de desbaratar la asamblea.

Don Vicente era un loco charlatán, instrumento para la chacota de Rosas, famoso por sus discursos, y arengas disparatadas, como aquella proclama contra las palomas que “desde los techos escandalizan con sus hábitos desvergonzados a las tiernas niñas”

La asamblea

A poco de iniciada la asamblea, don Pedro José Agrelo pronunció una encendida arenga indicando a Dorrego como gobernador; el doctor Nicolás Anchorena, al replicarle violentamente, “sacó de sus bolsillos un par de pistolas, invocando con enérgicas voces el apoyo de todos los hombres del orden”.

Fue entonces cuando el loco Virgil, que odiaba a los frailes, ocupó el pulpito como tribuna y desató una encendida diatriba: “¡Pueblo soberano! –exclamó señalando un altar- ¡Oh, bárbara preocupación! ¿Cómo se atreve Santa Teresa y los santos de palo a tener velas encendidas delante de la soberanía del pueblo?”

La gente que lo acompañaba prorrumpió en risotadas y la bataola dispersó la reunión, tal como lo había previsto Rosas, que en esos momentos destacaba patrullas de sus colorados por las calles de la ciudad atrayendo la adhesión popular.

Fuentes:

- Vicente Fidel López, Historia argentina, t.VIII
- Carlos Ibarguren, Juan Manuel de Rosas. Su vida, su drama, su tiempo.p.63
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

CONCURSO NACIONAL LA PLAZA PÚBLICA 2011


NOTAS SOBRE EL CONCURSO NACIONAL LA PLAZA PÚBLICA 2011
Nota al Arq. Guillermo Tella (click acá)
Notas anteriores: (Hacé click en el título)
ANTONIO ELIO BRAILOVSKY
Dr. Jorge Rachid
********************
Artículos y videos sobre otros temas
Ciclo Educativo "Preparación para Padres". Video 1
POESÍA DE ENRIQUE ANGELELLI, SACERDOTE, POETA Y MÁTIR.
Grupo POEMAS DE AMOR y DE VIDA
LA TERCERA POSICION RECUPERADA
LOS RITMOS DE LA NATURALEZA - Antonio Elio Brailovsky
LA CULTURA, LA SALUD, EL PUEBLO
********************
SOBRE EL CONCURSO NACIONAL LA PLAZA PÚBLICA 2011
Este Concurso es para que nos cuentes sobre una plaza, o sobre muchas, para que nos cuentes una historia, una anécdota, una situación, un proyecto, un pensamiento. Es para que nos cuentes cómo es TU PLAZA, la de tu realidad, la de tus sueños.
Este es el link a las Bases y Condiciones. No hay que respetar ningún formato, no se requiere ninguna técnica, ni conocimientos específicos, solo tenés que detenerte un minuto y ver cuán importante es “la plaza” en tu vida, y en la de todos.
********************
Te podés comunicar a info@laopiniondelagente.com.ar para
- Consultar sobre cualquier aspecto del Concurso.
- Proponernos hacer una nota.
- Auspiciar nuestras actividades.
- Lo que consideres oportuno.
Todo comentario es bienvenido, y la difusión la agradecemos muchísimo.
LA OPINIÓN DE LA GENTE
www.laopiniondelagente.com.ar

El ojo del arquitecto 5 - ciclo de charlas ilustradas


Ciclo de charlas ilustradas sobre las ciudades argentinas.
Los martes a las 19 horas en el CAPBA UNO
A partir del 27 de septiembre.

(Enviado por Taller Urbano)

CENSO 2010: RESULTADOS A NIVEL NACIONAL - equipo EGES


POBLACIÓN
o En comparación el censo 2001, se registra un crecimiento de la población del 10,6%, valor similar al observado en el período 1991/ 2001.
o Se registraron 40.117.096 habitantes en todo el país de los cuales un 51,33% son mujeres.
o La provincia con mayor cantidad de habitantes es Buenos Aires. Cuenta con el 38.95% del total de la población del país.

Analfabetismo
o Para relevar el analfabetismo se toma a la población mayor a 10 años que no sabe leer y escribir. De este porcentaje, el 1,92% es analfabeto (641.828 personas). En el censo 2001, la tasa analfabetismo fue del 2,61%.
o Chaco es la provincia con el mayor índice de analfabetismo, un 5,48% de la población mayor de 10 años de esta provincia manifestó no saber leer ni escribir. Por el otro lado la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el 0,48% tiene el promedio más bajo.
o Las provincias ubicadas por sobre el promedio son: Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán y Río Negro.

HOGARES y VIVIENDA
o En el país se registraron un total de 13.835.751 viviendas, de las cuales 11.317.507 son viviendas particulares habitadas –representan el 81,8% del total-, 2.494.618 son viviendas deshabitadas -18,03% del total-, y sólo 23.626 constituyen viviendas colectivas -0,17% del total de hogares.
o El 80% de la población del país habita en casas y los departamentos son ocupados por el 13% de la población. Alrededor de un 5% de las personas vive en ranchos, casillas, piezas en inquilinato o piezas de hotel o pensión, locales no construidos para habitación y viviendas móviles.

Combate de los Pozos 165 1° “A” o “B”, CABA, Argentina – C1079AAC
Teléfonos (54-11) 4954-1686/1687.
E-mail: equipo@eges.com.ar
El informe se realizó en base a los datos publicados por el INDEC en el mes de septiembre de 2011.

CENSO 2010: RESULTADOS A NIVEL NACIONAL - equipo EGES


POBLACIÓN
o En comparación el censo 2001, se registra un crecimiento de la población del 10,6%, valor similar al observado en el período 1991/ 2001.
o Se registraron 40.117.096 habitantes en todo el país de los cuales un 51,33% son mujeres.
o La provincia con mayor cantidad de habitantes es Buenos Aires. Cuenta con el 38.95% del total de la población del país.

Analfabetismo
o Para relevar el analfabetismo se toma a la población mayor a 10 años que no sabe leer y escribir. De este porcentaje, el 1,92% es analfabeto (641.828 personas). En el censo 2001, la tasa analfabetismo fue del 2,61%.
o Chaco es la provincia con el mayor índice de analfabetismo, un 5,48% de la población mayor de 10 años de esta provincia manifestó no saber leer ni escribir. Por el otro lado la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el 0,48% tiene el promedio más bajo.
o Las provincias ubicadas por sobre el promedio son: Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Tucumán y Río Negro.

HOGARES y VIVIENDA
o En el país se registraron un total de 13.835.751 viviendas, de las cuales 11.317.507 son viviendas particulares habitadas –representan el 81,8% del total-, 2.494.618 son viviendas deshabitadas -18,03% del total-, y sólo 23.626 constituyen viviendas colectivas -0,17% del total de hogares.
o El 80% de la población del país habita en casas y los departamentos son ocupados por el 13% de la población. Alrededor de un 5% de las personas vive en ranchos, casillas, piezas en inquilinato o piezas de hotel o pensión, locales no construidos para habitación y viviendas móviles.

Combate de los Pozos 165 1° “A” o “B”, CABA, Argentina – C1079AAC
Teléfonos (54-11) 4954-1686/1687.
E-mail: equipo@eges.com.ar
El informe se realizó en base a los datos publicados por el INDEC en el mes de septiembre de 2011.

Sarah Kaminsky: Mi padre el falsificador


Emocionante Video donde su hija cuenta la increible historia de su padre. 
(despues de abrir hacer clic en el cuadrado arriba a la derecha para ver en plena pantalla)
Enviado desde Israel por Raúl Reuben Vaich
---
http://www.ted.com/talks/lang/spa/sarah_kaminsky.html
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www.rionegro.com.ar
Berlín/Madrid
El falsificador argentino que salvó del Holocausto a miles de judíos.

Nacido en Buenos Aires en 1925, Adolfo Kaminsky trabajó durante más de 30 años desde la clandestinidad a favor de los judíos y luego de perseguidos políticos en todo el mundo.
Berlín/Madrid, 19 sep (dpa) - Adolfo Kaminsky se recuerda de niño jugando en las calles de Buenos Aires y de adolescente falsificando documentos para salvar del Holocausto a 3.000 judíos en el París ocupado por el horror nazi. Una nueva biografía revela ahora la vertiginosa historia de este héroe desconocido.

Nacido en Buenos Aires en 1925, hijo de judíos emigrados de Europa, de contextura frágil y espíritu pacifista, Kaminsky trabajó durante más de 30 años desde la clandestinidad a favor de los judíos y luego
de perseguidos políticos en todo el mundo.
"Nada me predisponía a este destino", cuenta perplejo en "Adolfo Kaminsky, el falsificador", una biografía publicada por su hija Sarah en francés y que este mes sale traducida por primera vez en España (editorial Clave Intelectual) y América Latina (Capital Intelectual).
Y es que Kaminsky se formó como falsificador casi sin saberlo y con una escuela inusual: la de aprendiz de tintorero. Fue el trabajo que encontró a los 15 años en un pequeño pueblo francés al que su familia
se había trasladado cuando era niño.
Gracias a esa experiencia y a su pasión natural por la química y los experimentos, el joven Kaminsky descubrió formas de escritura invisible, tratamientos para tela y técnicas para borrar tintas supuestamente indelebles. Las herramientas básicas del falsificador.
La conciencia política de ese poder llegó con el avance del nazismo sobre Francia y la reclusión de los Kaminsky en Drancy, el famoso campo del que salían los trenes cargados de judíos ("mil por convoy")
a Auschwitz.
"El día antes de las partidas, llegaba el eco del llanto de los que iban a ser rapados, y que se quedaban en la escalera esperando el amanecer porque faltaban camas en los dormitorios. Era el ruido de un manicomio".
La familia pasó tres meses detenida y se salvó gracias a nacionalidad argentina, un país todavía neutral en la Guerra. Pero del campo salió un nuevo Kaminsky.
"En Drancy descubrí a los judíos y su diversidad. Los amé, y me amé a través de ellos, me sentí judío y eso fue algo que nunca más me abandonó", cuenta. "Cuando mi padre nos anunció que íbamos a ser liberados, estuve a punto de negarme. Salir cuando los otros estaban condenados a muerte. ¿Por qué nosotros y no ellos?"
Kaminsky entró por eso en contacto con la Resistencia, comenzó a falsificar documentos gracias a sus conocimientos químicos y terminó montando una verdadera fábrica clandestina y artesanal que fabricaba
"hasta 500 documentos por semana".
En el momento más vertiginoso del libro, debe falsificar en tres días casi un millar de documentos para salvar de la deportación a 300 niños judíos. Lo logra trabajando tres días sin dormir, hasta perder la vista y el conocimiento.
"Mantenerme despierto. El mayor tiempo posible. Luchar contra el sueño. El cálculo es sencillo. En una hora fabrico treinta documentos vírgenes. Si duermo una hora, morirán treinta personas..."
Otros casos tienen desenlaces más dolorosos, como el de la viuda que rechaza los documentos falsos para ella y sus niños: "¿Por qué me escondería yo, que no hice nada y que soy francesa desde hace varias
generaciones?", le pregunta a Kaminsky, que no logra convencerla de que al día siguiente serán deportados.
Sus trabajos terminaron inundando Francia, Bélgica y los Países Bajos. La policía no logró nunca dar con el autor. "Ninguno de ellos podía sospechar que el falsificador que buscaban no era más que un chico", intuye Kaminsky. Entonces tenía sólo 17 años.
Después de la Guerra, Kaminsky trabajó sucesivamente para los servicios secretos franceses y para el FLN argelino en la lucha por la independencia, formó a revolucionarios antifranquistas en España y ayudó a combatientes contra el general golpista Castillo Armas en Guatemala y contra la Dictadura de los Coroneles en Grecia.
En 1968 hizo su falsificación "más mediática e innecesaria": la que permitió el retorno a Francia a Daniel Cohn-Bendit. "Fue mi única contribución al Mayo del 68", cuenta Kaminsky.
A principios de los 70 su nombre comenzaba a hacerse demasiado conocido. Kaminsky abandonó la falsificación y se marchó a Argelia, donde se casó y tuvo tres hijos.
Sarah, la menor, pasó buena parte de su vida creyendo que su padre era profesor o militar. En su libro recoge la conversación en que Kaminsky cuenta su verdadera vida, que es también la historia interna de los grandes movimientos de resistencia del siglo XX.
"No me arrepiento de ninguno de los combates que libré", explica Kaminsky. "Actué por convicción, en apoyo a los pueblos víctimas de la opresión, en nombre de la libertad y siguiendo lo que mi conciencia me dictaba".
Su sueño era "inventar un mundo mejor", concluye. Un mundo "donde ya no se necesitaran falsificadores". (DPA)
Pablo Sanguinetti

"RUBIA MORENO, PULPERA GAUCHA"


“Rubia Moreno, pulpera gaucha, de falda roja, vincha y puñal...” (*)

Así comienza una de las mas bellas zambas de nuestro folkllore. Hablando de una mujer, de extraña belleza, creciendo en el campo y envuelta por los acontecimientos que envolvieron al Santiago del Estero de aquellos días.

Su nombre era Santos Moreno y había nacido hacia 1840 y, criada por su padre al morir su madre, tiempo después se pone al frente de la pulpería que su familia poseía en la bajada del antíguo camino del El Polear.

Colaboradora de la causa del caudillo Taboada, convence a su marido y a parte de la familia para enlistarse en las fuerzas locales y donó parte de su patrimonio a la causa. Tuvo activa participación en una decisiva y sangrienta batalla: la de Pozo de Vargas, el 10 de abril de 1867, donde se enfrentaron por espacio de tres horas las fuerzas de Antonino Taboada y Felipe Varela. La Rubia Moreno pierde a su padre al atardecer de ese día, y con el tiempo, y el devenir de los tiempos políticos, pierde también sus posesiones, muriendo en la mas triste pobreza. Sus restos descansan hoy en el cementerio de La Misericordia.

De ella nos ha llegado su nombre y su valor, su determinación por una causa. Pero también su ejemplo y su costado solidario: cada chico que entraba a su pulpería se transformaba en su ahijado, ella los cobijaba y los llevaba a la iglesia para bautizarlos y nombrarlos. Lo mismo acontecía con mas de un paisano que precisaba una palabra de aliento o apoyo.

Como santiagueños, demostramos nuestro orgullo de compartir esa sangre llamando a nuestro lugar “La Rubia Moreno”. Y brindar desde él, no sólo la buena comida y el mejor vino, sino difundiendo la música y la poesía de nuestros pagos, junto con los valores de amistad y afecto que caracterizaron desde siempre a esa noble tierra.

Rubia Moreno
(*) Letra: Agustín Carabajal. Música: C. Juarez.

Rubia Moreno, pulpera gaucha,
de falda roja, vincha y puñal.
No había viajero que no te nombre,
sobre el antiguo camino real.

No había viajero que no te nombre,
sobre el antiguo camino real.

Hecha entre el bronco bramar del puma,
solo sabía tu voz mandar.
Eran tus ojos dos nazarenas,
clavas espuelas en el mirar.

Eran tus ojos dos nazarenas,
clavas espuelas en el mirar.

Rubia Moreno, guarda mi pueblo,
a orillas del río Natal.
Tu nombre heroico como figura,
como figura de cuño real.

Tu nombre heroico como figura,
como figura de cuño real.

Juntito al vado, tu rancho amigo,
alzaba el viento su banderín.
Con los carriles de cuatro vientos,
venía la alerta de algún clarín.

Con los carriles de cuatro vientos,
venía la alerta de algún clarín.

Tuviste amores, tuviste celos,
bella pulpera sin corazón.
Eras más brava que las leonas,
en los juncales del Albardón.

Eras más brava que las leonas,
en los juncales del albardón.

Tu nombre heroico como figura,
como figura de cuño real.

Tu nombre heroico como figura,
como figura de cuño real.

Fuentes:
- Rubia Moreno www.larubiamoreno.com.ar
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar


LAS TROPAS PARAGUAYAS

Guerra del Paraguay

Ejército de hombres libres

Si bien Francisco Solano López, antes de la guerra, había encargado a Europa cañones Krupp y cien mil fusiles que nunca llegaron, desde los tiempos del Dr. Francia, prácticamente cada paraguayo era un soldado que debía disponer de cuatro caballos y de armas propias para la defensa de la patria, que en general consistían en armas blancas. No era un ejército preparado para al conquista, lo era para la defensa, y contaba con la Fundición de Ibycuí, el arsenal de Caacupé, la Fortaleza de Humaitá y la fácil comunicación a través del telégrafo y el ferrocarril.

En el Archivo Nacional de Asunción, en 1864 el ejercito paraguayo contaba con 38.173 hombres, y según Julio José Chiavenatto, para 1865 llegarían a 50.000, pero nunca más de 80.000 hombres que afirman otros historiadores ( J.J.Chiavenatto. Genocido Americano. A guerra do Paraguay, p.111) Esta afirmación es coincidente con lo dicho por el represéntate ingles Thornton, que le informaba en carta a Lord Russel que en Paraguay debía haber cuarenta mil listos para la lucha.

Si bien el número de hombres del ejército paraguayo era inferior que el de los aliados, había varios factores incidían el la fortaleza física y anímica de los combatientes del ejército paraguayo, comenzando por las razones que indica Alberdi respecto a que defendían su tierra, su trabajo y sus familias.

Por otro lado los combatientes tenían una buena alimentación. Algunos científicos Europeos como Buffon, Demersay, Larouse, Rengger, Du Gratty, etc. y el propio Thornton, estudiaron al formación del ejercito paraguayos. Bufón por ejemplo destacaba la excelente y bien balancea de de la alimentación tradicional de los paraguayos, basada en trigo, banana, mandioca, miel y carne, fácil de conseguir con poco trabajo por toda la población, cosa que no sucedía en las clases bajas de los aliados. En algunas anotaciones de los nombrados, se dice que la altura promedio de los combatientes paraguayos era de un metro y setenta y dos centímetros, contra un metro sesenta y dos de los aliados. Por otro lado en esas mismas notas, se indica que entre los combatientes paraguayo había cinco blancos por cada negro o mestizo, en cambio en los aliados había un blanco cada veinticinco mestizos o negros, y en el ejercito brasileño al proporción era de uno contra cuarenta y cinco. Esto no es una cuestión racial de fortaleza o superioridad de ningún tipo, pero si una deferencia de motivación entre quien defendía lo suyo, y quien defendía lo ajeno. En el ejercito argentino muchos eran llevado en contra de su voluntad, engrillados y “atados codo con codo”, y en el brasileño enviados como esclavos, incluso “en representación de sus dueños”.

Otra diferencia a destacar era que, mientras en el ejército brasileño, los puestos de jefes y oficiales eran cubiertos según su titulo de nobleza, aún sin experiencia, en el ejercito paraguayo nadie tenía privilegios a la hora de ocupar en puesto en el ejército. Todos los oficiales salían de la tropa sin que ninguno llegara a oficial por la condición social. Todo el incorporado, sea rico o humilde, era incorporado como soldado raso y andar descalzo, ya que a ningún soldado paraguayo se le permitía andar calzado, como una disciplina espartana.

El buen humor

Otra condición digna de destacar del soldado paraguayo, era su instrucción. Prácticamente no había analfabetos en Paraguay, y caso todos los soldados sabían leer y escribir, teniendo además cada uno el desempeño de varios oficios que les permitía adaptarse a distintas circunstancias. Así cada soldado podía ser zapatero, carpintero, alfarero, mecánico y hasta músico.

Esta condición fue importante durante la guerra. López daba importancia seria, por ejemplo, a la prensa; cada regimiento contaba con una imprenta montada sobre un carro, dispuesta a ser rescatada ante el peligro, que editaba periódicos o folletines redactados por la misma tropa, que servían para informarse sobre el estado de la guerra y hasta para mantener el ánimo y el espíritu de los combatientes, siendo a veces redactados con sentido humorístico y hasta ridiculizando a los enemigos: por ejemplo Pedro II era nombrado como “El Macacón”, Porto alegre conocido como “Porto Triste”, Osorio como “General Osário”, Polydoro como “Pollo Loro” y el marqués de Caxias como el “Marques de Cajón”. Entre los periódicos editados pueden citarse “El Centinela”, el “Cacique Lambaré” (redactado en guaraní) y “El Cabichuí” (La abeja) y varios folletines que se distribuían entre la tropa.

El Cabichuí era redactado y distribuido por los soldados, y no faltaba el buen humor. En el logotipo de la primera página se veía un dibujo representando a un negro perseguido por las abejas (cabichuí) y en otra pagina se veía un grabado representando a Pedro II llegando al Mato Grosso ofreciendo a libertad a los negros, si tuvieran mas hijos para luchar contra Paraguay.

En otra edición del Cabichuí, refriéndose a la mala puntería de la artillería brasileña, tuvo la humorada de publicar que “El Cabichuí, considerando la conveniencia de llamarse a las cosas de la guerra por su nombre, o al menos con nombres que encierren ideas análogas a los efectos que producen, ha acordado y decreta: Art.1º) Se prohíbe bajo severa pena que desde hoy en adelante se llame “bombardeo” al que hace la escuadra brasileña: se llamará “macacada” si es de día, y si es de noche, “macaquize”.

Estos periódicos fueron de importancia para al guerra, de buena redacción y escritos en forma satírica, algunos de ellos en idioma portugués que eran “olvidados” para que sean “encontrados” por el enemigo. López daba tanta importancia a estas publicaciones para mantener el ánimo de la tropa, que cuando se acabó el papel ordenó que se lo juntara en el Archivo de Asunción, hasta que finalmente, cuando se agotó, ordenó que se lo fabricara en forma artesanal, llegándose a fabricarlo a partir del al pulpa fibrosa del “caraguatá”, que se mezclaba con agua y se fermentaba con ácido de naranjas, se amasaba y estiraba hasta formar láminas de papel. Cuando faltó tinta, López ordenó que se al fabricara de cualquier manera, y los paraguayos descubrieron una fruta silvestre, que ahora en Paraguay se la conoce con “tinta”, que al exprimirla largaba un líquido casi negro que servía para imprimir.

Estas características del soldado paraguayo, que contaba además con la adaptación al clima y conocimiento del terreno, contrastaba con el ejercito aliado, con gran parte de analfabetos y esclavos que no tenían ningún interés ni razón para ir a dejar el pellejo en los esteros de una tierra desconocida.

Fuentes:
- Castagnino L. Guerra del Paraguay. La Tripe Alianza contra los paises del Plata
- Julio José Chiavenatto. Genocidio Americano: A guerra do Paraguay.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

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CARMEN FUNES DE CAMPOS: "LA PASTO VERDE"


Cantinera de las fuerzas nacionales que llevaron a cabo la conquista del desierto y poblaron los confines del país. Acompañó a su marido en la guerra del Paraguay y después se sumó a las columnas que arrojaron a los indios de sus posesiones.

Participó en las fundaciones de Carhué, Puán y Trenque Lauquen, fortines que darían origen a nuevas poblaciones. Se estableció en Neuquén, adonde la llevara la campaña del general Julio A.Roca, y allí murió en 1917. Sus cenizas reposan en Plaza Huincul.

Las mujeres como ella fueron retratadas por escritores que reconstruyeron la epopeya del desierto, en reconocimiento por su labor abnegada, pero "La Pasto Verde", apodo con que era conocida, fue objeto de un especial homenaje, que puntualiza cuánto de sacrificadas tuvieron esas vidas; a fines de 1965 las autoridades, instituciones y pueblo de Neuquén se congregaron junto a un monolito y descubrieron una placa recordatoria de la humilde mujer que representa a todas las cantineras, fortineras y también soldados femeninos de la conquista del desierto".El monolito se encuentra a la vera de la Ruta 22, donde también existe ahora su museo. Allí élla atendía una pulpería en el medio de una de las rutas de entonces, y allí fue conocida por mucha gente, por su hermosura, por su alegría y por su atención, y también por sus ansias de ayudar a quien lo necesitara.

El apodo de "La Pasto Verde" en realidad, es un halagador cumplido, y bastante excepcional. Las mujeres en la milicia que acompañaban a las tropas recibían apodos, siempre ingeniosos pero generalmente despectivos. La Pasto Verde, posee una connotación fuertemente placentera. A los ojos de un paisano de aquellos tiempos y lugares, es todo un homenaje admirado, desde la mentalidad de un criollo que siempre tiene conciencia de la escasez de comida fresca y agua para sí y los animales. Era una mujer vigorosa, ágil, servicial y alegre, decidora cordial y afable , la “fortinera” era un paso obligado a quien tanto la historia como los pobladores recuerdan con cariño y respeto con el nombre de “La Pasto Verde” por su belleza juvenil y así calificada por los parroquianos de la época.

Falleció en Plaza Huincul en 1917.

Puede ver el artículo completo, musicalizado,

"La Pasto Verde"
(Marcelo Berbel - por Jorge Cafrune)

Aguada de los recuerdos, lejanos
Tapera de un dulce ayer,
Tiempo de la "Pasto verde",
Zamba del coraje hecho mujer.
Brava gaucha en los fortines, sureños,
Bella flor del jarillal,
Mil soldados te quisieron,
Pero la tierra te quiso más.
Sobre la reja, entre las piedras
Donde duerme tu voz,
Mi guitarra lloró.
Sola, esta zambita por las noches
Quiere darte luz,
Porque le duele que digan
Que el criollo neuquino te olvidó.
Quién te llamó "Pasto verde", fresquita
Tal vez tu aroma sintió,
Poema de los desiertos,
Versos de un coplero que pasó.
Quizás hablen de tus años, de moza,
La aguada, el grillo, el zampal,
Años de lanza y romance,
Sangre que secó el viento al pasar.

Fuentes:
- Lily Sosa de Newton. "Diccionario bibliográfico de mujeres argentinas"
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

La Pasto Verde y el petróleo
Cuando el autor de “La Pasto Verde”, Marcelo Berbel habla sobre la venganza de doña Carmen Funes, seguramente se debe referir a que jamás se mencionó su nombre como la responsable del descubrimiento de petróleo en lo que es hoy Plaza Huincul. Su rancho de adobe se encontraba a un costado de la ruta 22 en Neuquén. Una acequia cercana le proveía de agua y esta cada día venía con olor más fuerte. Ninguno de los distintos remedios empleados para hacerla bebible daba resultado y el olor persistía. De modo que cada viajero que pasaba por la posta se llevaba en la memoria las quejas de la Pasto Verde por el agua con olor a querosén.

Tanto insistió con el tema que el Ministro de Agricultura de la Nación decidió mandar técnicos a revisar la zona. Doña Carmen los guió en sus exploraciones. Se cree que los albergó en su caso y les facilitó la tarea al conocer ampliamente el lugar. El doctor Keidel como encargado decidió hacer las primeras perforaciones y es allí en el pozo número 1, donde brotó la sangre negra de la tierra. ¡Petróleo!!. La cuenca neuquina comenzaba a desangrarse.

YPF no le pagó a doña Carmen los servicios prestados y su nombre jamás apareció en las conmemoraciones como precursora de la industria petrolera en esa región. Su sobrenombre, se piensa, se lo dieron los milicos fortineros allá por el 1879, cuando su donosura desafiaba al mismo viento, año y señor de la zona. Entró a Neuquén desde Mendoza, casada con un soldado fortinero chileno, apellidado Campos. Supo de la lucha del cuartel, pero sus veinte años tenían la fuerza para soportar los embates del destino. Allá por 1960 se le hizo un homenaje, se levantó un monolito, cerca de la tumba enmarcada por las cuatro rejas. Una simple rosa roja fue el anónimo homenaje a su memoria, cuyos pétalos, fueron rápidamente deshojándose en la arena.

Graciela Arancibia

- "Recortes de la historia" en el indice: HISTORIA ARGENTINA
Fuente: www.lagazeta.com.ar

MUJERES HEROICAS


Desde antes de la Independencia, las mujeres sirvieron a la Patria en diversas actividades, en la milicia o el ejército. Como apoyo desde la ciudad o acompañando a las tropas en campaña, hasta con niños y ancianos. Actuaron como guerreras, enfermeras, cocineras, pulperas, cantineras y “bomberas”, y siguieron a las milicias como guerreras o de apoyo a sus maridos y tropa en general, y hasta infiltradas en el enemigo para fomentar de deserción.

Algunas más conocidas, como Manuela Pedraza, Juana Azurduy, Macacha Güemes, La Delfina, Juana Moro, Carmen Funes ( “la Pasto Verde”), Santos Moreno ( "La Rubia Moreno" ) o Martina Céspedes y otras, rescatadas por pasajes de la historia, por el folclore y la tradición oral. Otras menos conocidas o ignoradas, cuyo hechos heroicos se han perdido en el tiempo, pero que vale la pena rescatar.

- Martina Céspedes
- Carmen Funes (La Pasto Verde)
- Manuela Pedraza
- Macacha Güemes
- Juana Azurduy
- Pepa. La Federala
- Juana Moro (La emparedada)
- Rubia Moreno

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MARTINA CÉSPEDES



Durante las jornadas de lucha de las invasiones ingleses, doce soldados ingleses se metieron en la casa de doña Martina Céspedes, madre de tres hijas.

Doña Martina y sus tres hijas los recibieron cordialmente y les sirvieron bebidas con generosidad, hasta que los doce fiesteros ingleses terminaron totalmente en curda y encerrados en una pieza hasta que fueron entregados a Liniers por Doña Martina. Por la hazaña recibió el cargo de “Sargento Mayor con goce de sueldo y uso de uniforme”.
Según cuenta la historia, en vez de doce prisioneros, Doña Martina entregó solo once, porque según dijo, reservaba el faltante para que se casara con su hija menor.
La ocurrencia fue festejada por Liniers y sus acompañantes.

Fuentes:
- Elissalde Roberto. Historias ignoradas de las invasiones inglesas. p.96 Ed.Indugraf. Bs.As. 2006.
- Cutollo, Vicente Osvaldo. Nuevo diccionario biográfico argentino. T.2.p.278 Elche,Bs.As. 1969
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OCUPACION DE CORRIENTES (14 de abril de 1865)

Paraguay solicita el paso por territorio argentino para auxiliar a los orientales, y mientras espera la respuesta hace la campaña sobre el Mato Grosso, que ocupa con facilidad. Mitre niega el paso y Urquiza se mantiene indeciso y jugando a dos puntas, como quedó dicho. López no espera más el escurridizo Urquiza y toma la resolución forzar el paso, como lo había advertido en la declaración de guerra, guerra ocultada por Mitre.

El 14 de abril de 1865 el general paraguayo Wenceslao Robles al frente de un guerte ejército de 14.000 infantes y 6.000 de caballería, toma sin resistencia al ciudad de Corrientes. Los paraguayos no fueron recibidos como invasores, y Robles mantiene la disciplina de las tropas, declarando que a la población que la guerra era contra Mitre,“auxiliar de los brasileños”.

Tres conocidos correntinos (Victor Silverio, Teodoro Gauna y Sinforoso Cáseres) de trayectoria son nombrados por el consejo municipal, y aceptados por Robles, como administradores de al zona ocupada. Víctor Silverio, amigo personal de Solano López, será después de la guerra juzgado y absuelto por “alta traición” . Declara que antes de asumir viajo a entrevistase con López en Asunción, quien le dijo:

“Va a entrarse en las operaciones que ha estado demorándolas el general Urquiza. No está en los propósitos de mi gobierno esperar la guerra del Brasil en el territorio de la reública, por muy ventajosa que ella sea. Allá donde tienen ensangrentado entre sus garras al Estado Oriental, es allá donde está señalado el campo de las batallas, y es allá donde el gobierno de la República debo ocurrir con sus ejércitos…pero media la república Argentina, que con su territorio separa a los combatientes. El gobierno del general Mitre ha negado el permiso solicitado, y por esto favorece importantemente al gobierno Imperial…El gobierno del general Mitre sabe que en la actividad de operaciones del ejercito y la armada paraguayos sobre el enemigo común, está la seguridad del éxito.

Sin la alianza del gobierno del general Mitre, el Brasil no hubiera osado agredir jamás la soberanía del Estado Oriental, y con la alianza del gobierno del general Mitre, hoy el gobierno Imperial lo amenaza todo” (A. Rebaudi. La declaración de guerra)

Silveiro compartía como muchos argentinos la opinión de López, y acepta el cargo ante la manifestación de López de que “el pueblo argentino nada debia temer , pues la guerra no era contra el pueblo sino contra sus usurpadores”, quien además le da seguridades de respetar la soberanía, los bienes y derechos de los correntinos. La junta declara a Mitre “traidor e indigno del acatamiento y obediencia de los pueblos” y los correntinos acatan a la junta y no ven un enemigo en el ejecito paraguayo.

Tal era la impopularidad de la guerra.

Fuentes:
- Castagnino L. Guerra del Paraguay. La Tripe Alianza contra los paises del Plata
- O´leary, Juan E. La Guerra de la triple Alianza.
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COMBATE POZO DE VARGAS - 10 de abril de 1867

Lanzas contra fusiles

El 10 de abril de 1867, en torno al jagüel de Vargas, en el camino apenas saliendo de La Rioja a Catamarca, durante siete horas desde el mediodía hasta el anochecer, se libró la batalla más sangrienta de nuestras guerras civiles.

Los primeros días de abril el ejército “nacional” (mitrista) del Noroeste –reforzado con los veteranos del Paraguay y su brillante oficialidad y con los cañones Krupp y fusiles Albion y Brodlin que los buques ingleses habían descargado poco antes en el puerto de Buenos Aires- al mando del general liberal Antonio Taboada (del clan familiar unitario de ese apellido que dominó Santiago del Estero durante casi todo el siglo XIX), entró a la ciudad capital de La Rioja aprovechando la ausencia de su caudillo y obligó al coronel Felipe Varela a volver al sur para liberarla.

Al frente de los batallones de su montonera iban los famosos capitanes Santos Guayama, Severo Chumbita, Estanislao Medina y Sebastián Elizondo.

En plena marcha, el día 9 el caudillo invitó caballerescamente a Taboada “a decidir la suerte y el derecho de ambos ejércitos” en un combate fuera de la ciudad “a fin de evitar que esa sociedad infeliz sea víctima de los horrores consiguientes a la guerra y el teatro de excesos que ni yo ni V.S. podremos evitar”. Pero el general no era ningún caballero y no respondió. Ubicó sus fuerzas en el Pozo de Vargas, una hondonada de donde se sacaba barro para ladrillos, en el camino por donde venían las montoneras.

El sitio fue elegido con habilidad porque Varela llegaría con sus gauchos al mediodía del 10, fatigados y sedientos por una marcha extenuante, a todo galope y sin descanso. Mientras, los “nacionales” habían destruido los jagüeles del camino, dejando solamente el de Vargas, a la entrada misma de la ciudad, a un par de kilómetros del centro. Taboada les dejará el pozo de agua como cebo, disimulando en su torno los cañones y rifles; sus soldados eran menos que los guerrilleros, pero la superioridad de armamento y posición era enorme.

En efecto, la montonera se arrojó sedienta sobre el pozo (“tres soldados sofocados por el calor, por el polvo y el cansancio expiraron de sed en el camino”), y fue recibida por el fuego del ejército de línea. Una tras otra durante siete horas se sucedieron las cargas de los gauchos a lanza seca contra la imbatible posición parapetada de los cañones y rifles de Taboada. En una de esas Varela, siempre el primero en cargar, cayó con su caballo muerto junto al pozo. Una de las tantas mujeres que seguían a su ejército –que hacían de enfermeras, cocineras del rancho y amantes, pero que también empuñaban la lanza con brazo fuerte y ánimo templado cuando las cosas apretaban- se arrojó con su caballo en medio de la refriega para salvar a su jefe. Se llamaba Dolores Díaz pero todos la conocían como “ la Tigra ”. En ancas de la Tigra el caudillo escapó a la muerte.

Dolorez Díaz, "La Tigra" acompañaría por poco tiempo a la montonera. Tuvo la mala suerte de caer prisionera de Taboada, que la trasladó a Brachal, un verdadero "campo de concentración" de Santiago del Estero. Nada más se sabe de "La Tigra".(JMR.Guerra del Paraguay.p.270)

Al atardecer de ese trágico día de otoño se dieron las últimas y desesperadas cargas, y con ellas se terminaron de hundir todas las esperanzas de un levantamiento federal del interior en favor de la nación paraguaya de Francisco Solano López y la “guerra de la Unión Americana ”. Con un puñado de sobrevivientes apenas, Felipe Varela dio la orden de retirada, diciendo –despechado- al volver las bridas: “¡Otra cosa sería / armas iguales!”.

La retirada se hizo en orden: Taboada no estaba tampoco en condiciones de perseguir a los vencidos. Pero del aguerrido y heroico ejército de 5.000 gauchos que llegaron sedientos al Pozo de Vargas al mediodía, apenas quedaban 180 hombres la noche de ese dramático 10 de abril de 1867. Los demás han muerto, fueron heridos o escaparon para juntarse con el caudillo en el lugar que los citase, que resultó ser la villa de Jáchal. Pero Taboada también había pagado su precio: “La posición del ejército nacional –informa a Mitre- es muy crítica, después de haber perdido sus caballerías, o la mayor parte de ellas, y gastado sus municiones, pues en La Rioja no se encontrará quien facilite cómo reponer sus pérdidas”. En efecto, como nadie le facilitaba alimentos ni caballos voluntariamente, saqueó la ciudad durante tres días.

Alto, enjuto, de mirada penetrante y severa prestancia, Felipe Varela conservaba el tipo del antiguo hidalgo castellano, tan común entre los estancieros del noroeste argentino. Pero este catamarqueño se parecía a Don Quijote en algo más que la apariencia física. Era capaz de dejar todo: la estancia, el ama, la sobrina, los consejos prudentes del cura y los razonamientos cuerdos del barbero, para echarse al campo con el lanzón en la mano y el yelmo de Mabrino en la cabeza, por una causa que considerase justa. Aunque fuera una locura. Fue lo que hizo en 1866, frisando en los cincuenta años, edad de ensueños y caballerías. Pero a diferencia de su tatarabuelo manchego, el Quijote de los Andes no tendría la sola ayuda de su escudero Sancho en la empresa de resolver entuertos y redimir causas nobles. Todo un pueblo lo seguiría por los llanos. Varela era estanciero en Guandacol y coronel de la nación con despachos firmados por Urquiza. Por quedarse con el Chacho Peñaloza (también general de la nación) se lo había borrado del cuadro de jefes. No le importó: siguió con la causa que entendía nacional, aunque los periódicos mitristas lo llamaran “bandolero”, igual que a Peñaloza.

La muerte del Chacho lo arrojó al exilio en Chile. Allí leyó dolido sobre la iniciación de la impopular Guerra del Paraguay.

Además, presenció el bombardeo de Valparaíso por el almirante español Méndez Núñez, y se enteró con indignación que Mitre se negaba a apoyar a Chile y Perú en el ataque de la escuadra. Si no le bastara la evidencia de la guerra contra Paraguay, ahí estaba la prueba del antiamericanismo del gobierno de su país. Pero cuando conoció en 1866 el texto infame del Tratado de la Triple Alianza, (revelado desde Londres), no lo pensó dos veces. Dio orden que vendieran su estancia y con el producto compró unos fusiles Enfield y dos cañoncitos (los “bocones” los llamará) del deshecho militar chileno. Equipó con ellos a unos cuantos exiliados argentinos y esperaron el buen tiempo para atravesar la cordillera. Cuando se hizo practicable, al principio del verano, retornó a la patria mientras la noticia de Curupaytí con sus 10.000 bajas sacudía a todo el país. Como la plata no le daba para contratar artilleros, los bocones apuntarían al tanteo, pero Varela no reparaba en esas cosas. En lo que sí gastó su dinero fue también en ¡una banda de músicos!, para amenizar el cruce de la cordillera y alentar las cargas futuras de su “ejército”. Esa banda crearía la zamba, la canción épica de la "Unión Americana" en sus entreveros, la más popular de las músicas del Noroeste argentino.

A mediados de enero está en Jáchal, San Juan, que será el centro de sus operaciones. La noticia del arribo del coronel con dos batallones de cien plazas, sus dos bocones y su banda de música corrió como el rayo por los contrafuertes andinos. Cientos, y luego miles de gauchos de San Juan, La Rioja , Catamarca, Mendoza, San Luis y Córdoba sacaron de su escondite la lanza de los tiempos del Chacho, custodiada como una reliquia, ensillaron el mejor caballo y, con otro de la brida, galoparon hacia el estandarte de enganche.

A los quince días el coronel contaba más de 4.000 plazas con apenas 100 carabinas. No hay uniformes, ni falta que hacen: la camiseta de frisa colorada es distintivo suficiente; un sombrero de panza de burro adornado con ancha divisa roja (“¡Viva la Unión Americana ! ¡Mueran los negreros traidores a la patria!”) protege del sol de la precordillera.

A veces la divisa se ciñe como una vincha sobre la frente, evitando que la tupida melena caiga sobre los ojos. Y, ¡cosa notable!, hay una disciplina inflexible: un soldado de la Unión Americana debe ser ejemplo de humanidad, buen comportamiento y obediencia. Por las tardes, Varela les leía la Proclama que había ordenado repartir por toda la República :

“¡Argentinos! El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho, y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las manos ineptas y febrinas del caudillo Mitre, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero Bellaco, Tuyutí. Curuzú y Curupaytí. Nuestra nación, tan grande en poder, tan feliz en antecedentes, tan rica en porvenir, tan engalanada en gloria, ha sido humillada como una esclava quedando empeñada en más de cien millones y comprometido su alto nombre y sus grandes destinos por el bárbaro capricho de aquel mismo porteño que después de la derrota de Cepeda, lagrimeando juró respetarla.

“Tal es el odio que aquellos fratricidas porteños tienen a los provincianos, que muchos de nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y asesinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazával y otros varios dignos de Mitre.

“¡Basta de víctimas inmoladas al capricho de mandones sin ley, sin corazón, sin conciencia! ¡Cincuenta mil víctimas inmoladas sin causa justificada dan testimonio flagrante de la triste e insoportable situación que atravesamos y es tiempo de contener! “¡Abajo los infractores de la ley! ¡Abajo los traidores de la patria! ¡Abajo los mercaderes de las cruces de Uruguayana, al precio del oro, las lágrimas y la sangre paraguaya, argentina y oriental!

“Nuestro programa es la práctica estricta de la constitución, la paz y la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas.

“¡Compatriotas nacionalistas! El campo de la lid nos mostrará el enemigo. Allí os invita a recoger los laureles del triunfo o la muerte vuestro jefe y amigo, el coronel Felipe Varela”.

Un día llega a los fogones de Jáchal donde se preparaba el ejército nada menos que Francisco Clavero, a quien se tenía por muerto desde las guerras del Chacho cuatro años atrás. Antiguo granadero de San Martín en Chile y el Perú, era sargento al concluir la guerra de la Independencia. Integrará bajo Rosas las guarniciones de fronteras donde su coraje y comportamiento lo hacen mayor. Don Juan Manuel lo llevará mas tarde al regimiento escolta con el grado de teniente coronel. Asiste a la batalla de Caseros –del lado argentino- y será con el coronel Chilavert el último en batirse contra la división brasileña del marqués de Souza. Urquiza, que prefería rodearse de federales antes que de unitarios, después de Caseros no admite su solicitud de baja y en 1853 estará a su lado en el sitio de Buenos Aires.
Con las charreteras de coronel otorgadas por Urquiza combate en el Pocito contra los “salvajes unitarios” y fusila al gobernador Aberastain después de la batalla.

Cuando llegan las horas tristes de Pavón debe escapar a Chile perseguido por la ira de Sarmiento, pero vuelve para ponerse a las órdenes del Chacho. Herido gravemente en Caucete, cae en poder de los “nacionales” que lo han condenado a muerte y tienen pregonada su cabeza. Sarmiento, director de la guerra, ordena su fusilamiento, que no llega a cumplirse por uno de esos imponderables del destino: un jefe “nacional” cuyo nombre no se ha conservado, compadecido del pobre Clavero, lo remite con nombre supuesto entre los heridos nacionales al hospital de hombres de Buenos Aires e informa al implacable director de la guerra que la sentencia “debe haberse ejecutado” porque el coronel “no se encuentra entre los prisioneros”.

Un milagro de su físico y de la incipiente ciencia quirúrgica le salva la vida en el hospital. No obstante faltarle un brazo y tener un parche de gutapercha en la bóveda craneana, abandona el hospital cuando llegan a Buenos Aires las noticias del levantamiento del norte. El viejo sargento de San Martín consigue llegar al campamento de Varela, donde todos lo tenían por muerto; se dice que, sin darse a conocer entre la tropa –donde su nombre tenía repercusión de leyenda- se acercó a un fogón, tomó una guitarra y punteando con su única mano cantó:

“Dicen que Clavero ha muerto,
y en San Juan es sepultado.
No lo lloren a Clavero,
Clavero ha resucitado”

El entusiasmo de los gauchos fue estruendoso, tanto que sus ecos retumbaron en Buenos Aires, donde los diarios se preguntaban por qué no se cumplió la sentencia contra el coronel federal, y quién era responsable por no haberlo hecho. La noticia de la resurrección de Clavero llegó hasta Inglaterra, donde Rosas, viejo y pobre pero nunca amargado ni ausente de lo que ocurría en su patria, seguía con atención la “guerra de los salvajes unitarios contra el Paraguay” y llegó a esperar que fuera realidad la unión de los pueblos hispánicos “contra los enemigos de la causa americana”. El 7 de marzo de 1867 escribe a su corresponsal y amiga Josefa Gómez (otra ferviente paraguayista), en una carta que se guarda en el Archivo General de la Nación : “Al coronel Clavero, si lo ve V., dígale que no lo he olvidado ni lo olvidaré jamás. Que Dios ha de premiar la virtud de su fidelidad”.

Pero volvamos al Quijote de los Andes, que después del desastre de Pozo de Vargas no se siente vencido. Entra a Jáchal entre el repique de las campanas y el júbilo del pueblo entero. A los pocos días sus fuerzas aumentan con los dispersos que llegan de todos los puntos cardinales y se dispone a marchar por los llanos. En los altos de la marcha, los sobrevivientes cantan la letra original de la zamba de Vargas.

Los “nacionales” vienen
¡Pozo de Vargas!
tienen cañones y tienen
las uñas largas.
¡A la carga muchachos,
tengamos fama!
¡Lanzas contra fusiles!
Pobre Varela,
que bien pelean sus tropas
en la humareda.
¡Otra cosa sería
armas iguales!

Luego el ejército mitrista se apropiaría de esa música y le cambiaría la letra a la zamba de Vargas.

El coronel es baqueano de la cordillera. Deja la villa y por escondidos senderos se interna en las montañas para caer por sorpresa en los lugares más inesperados. Es una guerra de recursos, difícil, pero la única posible cuando no se tienen armas y se sabe que la inmensa mayoría de la población le apoyará y seguirá. Como un puma se desliza entre sus perseguidores. No se sabe donde está. Diríase que está en todas partes al mismo tiempo. No es posible arrearse maneado un contingente de “voluntarios” para la guerra del Paraguay, porque los jefes “nacionales” siempre temen que Varela se descuelgue de los cerros y ponga en libertad a los forzados como hizo el otro Quijote, el de la Mancha , con los galeotes. Pero estos no le pagarán a pedrada limpia, sino que se le unen para seguir la lucha imposible por la alianza con las repúblicas de la misma sangre.

Cuerpeando las divisiones nacionales, Varela se desliza por los pasos misteriosos de la cordillera. En octubre, mientras se lo supone en San Juan y se lo espera en Catamarca, Varela baja de la cordillera con mil guerrilleros, esquiva a los “nacionales” que han corrido a cerrarle el paso, y al galope va a Salta donde espera proveerse de armas y alimentos. Toma la ciudad por una hora escasa (aunque los defensores contaban con 225 entre escopetas y rifles contra 40 de las montoneras). De allí siguió a Jujuy y por la quebrada de Humahuaca llegó a Bolivia, donde Melgarejo –en ese momento simpatizante del Paraguay- le dio asilo. En Potosí, Varela publicará un manifiesto explicando su conducta y prometiendo el regreso.

Cuando Mitre terminó su presidencia y lo reemplaza el candidato opositor Sarmiento, se esperó por un momento que terminase la guerra con Paraguay. No hubo tal cosa, y eso decide el regreso de Varela. (También que Melgarejo ha cambiado de opinión y ahora está muy amigo de Brasil).

El coronel, con escasos seguidores y sin armas de fuego, toma el camino de Antofagasta. Su hueste no alcanza a cien gauchos. La “invasión” amedrenta en Buenos Aires, que manda al general Rivas, al coronel Julio A. Roca y a Navarro a acabar definitivamente con el ejército gaucho. No tremolará mucho tiempo el estandarte de la Unión Americana en la puna de Atacama. Basta un piquete de línea para abatirlo en Pastos Grandes el 12 de enero de 1869. Los dispersos intentan volver a Bolivia, pero Melgarejo lo impide.

Toman entonces el camino de Chile. Dada la fama del caudillo, el gobierno chileno manda un buque de guerra para desarmar al “ejército”. Encuentran un enfermo de tuberculosis avanzada y dos docenas de gauchos desarrapados y famélicos. Les quitan las mulas y los facones y los tienen internados un tiempo. Después los sueltan, vista su absoluta falta de peligro. Varela se instala en Copiapó, donde morirá el 4 de junio de ese año. “Muere en la miseria –informará el embajador Félix Frías al gobierno argentino-legando a su familia que vive en Guandacol, La Rioja , sólo sus fatales antecedentes”.

Pero también debemos decir que Felipe Varela nos dejó a los argentinos –además de su magistral legado de hombría de bien, dignidad y coraje- una creación esencial de nuestro patrimonio cultural, al traer la zamacueca chilena que tocaban los músicos para distraer los ocios y entonar el combate de sus montoneras. Tal vez la tierra argentina y el acento del canto de los gauchos hizo mucho más lánguidos sus compases. Lo cierto es que en los fogones de Jáchal y en los llanos riojanos nacerá la zamba, que rápidamente se extenderá por toda la región.

Fuentes:
- Agenda de Reflexión Nº 271, Año III, Bs.As. Lanzas contra fusiles. Investigación histórica de José María Rosa.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

Nació en San Luis otro cerdo con seis patas

Cerdo con seis patas

Un cerdo con seis patas nació en Agosto de 2010 en el paraje puntano Pozo del Carril, lo que elevó a dos el número de nacimientos de estas características en la provincia, donde la semana anterior había nacido otro porcino con seis patas y dos lenguas.
El cerdo de Pozo del Carril es cruza de chancho con jabalí y se alimenta y camina con total normalidad, informaron los criadores del establecimiento donde nació el animal.
Sandra Flores, propietaria del criadero ubicado en el kilómetro 113 de la ruta nacional 146, explicó a Télam que el cerdo nació junto a diez hermanos y se diferenció de ellos al tener seis patas, pero está perfectamente integrado a su hábitat.
Explicó que "el pequeño cerdo es hijo de una chancha blanca y de un jabalí que se metió en el corral".
Flores señaló que "el animal tiene sus dos patas extras entre las dos extremidades traseras, están atrofiadas, no las utiliza para caminar pero son perfectas, iguales a las otras".
(Télam).

Leer más en: 

BATALLA NAVAL DE RIACHUELO – 11 de junio de 1865


Fue durante la Guerra con el Paraguay.

La escuadra brasileña se encontraba anclada en el Paraná, frente a las barrancas del Riachuelo, aguas abajo de Corrientes, donde el río tiene unas siete millas de ancho y se divide por una isla.

El mariscal López piensa en apoderarse de la escuadra, que estaba compuesta por unos nueve acorazados con sesenta bocas de fuego, o tomar al menos de algunos de sus buques. A tal fin López prepara en Humaitá una expedición con todos los buques de que disponía, unos diez vapores, ya unas cuatro chatas artilladas con algún cañón cada una.

La flotilla paraguaya parte al mando del Capitán Pedro Ignacio Meza en la noche del 10 junio de 1865 y debía aprovechar la sorpresa en la madrugada del día 11, pero un hecho fortuito les jugó en contra; al pasar tres bocas, el vapor Yberá tuvo una avería y se le desprendió la hélice, por lo que se vieron demorados varias horas, llegando al punto de encuentro a las 8 de la mañana, siendo advertidos por los tripulantes brasileños, que se prepararon para repeler el ataque.

El plan previsto era abordar los buques brasileños, pero increíblemente la escuadrilla pasó de largo aguas abajo frente a la escuadra brasileña, cañoneándose mutuamente a fuego vivo.

Después de un trecho, los paraguayos dieron la vuelta y volvieron y se aproximaron a los buques enemigos, con la intención de abordarlos, pero según atestigua Thompson, los ganchos de abordaje no fueron adecuados ni suficientes:

“Los paraguayos cometieron el grave error –dice Thompson- de pasar primero frente a los brasileños en vez de aproximarse rápidamente a ellos. Perdieron así un precioso tiempo que ellos aprovecharon para aprestarse al combate. Además, los paraguayos no llevaron garfios para amarrarse debidamente” (Thompson. La guerra del Paraguay, p.87)


El almirante brasileño Francisco Manuel Barroso da Silva, en principio no supo que hacer y trató de retirarse al sur, pero fue hostigado duramente desde las baterías de tierra que el Mayor José María Bruguez había dispuesto en la barranca. Centurión, en sus “Memorias”, refiere que el almirante Barroso, del susto no supo que hacer y se entregó a las directivas de un práctico correntino, que así ofició de almirante de la escuadra.

El acorazado brasileño “Jiquitnhona” encalló en un banco, y el “Paranahiba” no alcanzó a pasar, sufriendo ambos grandes averías. El resto se vio envuelto en la batalla.

El Paranahiba fue abordado por los paraguayos, refugiándose parte de la tripulación en la bodega y el resto tirándose el agua. Los paraguayos izaron la bandera paraguaya pero el buque fue desalojado luego que el “Amazonas” barriera la cubierta.

El Belmonte (brasileño) recibió varios impactos y quedó semihundido contra la barranca. El “Paraguari” recibió un proazo y quedó varado en al costa y el “Márquez de Olinda”, (paraguayo) sufrió averías en la caldera y quedó fuera de combate.

Luego de ocho horas de encarnizado combate se retiran lentamente los paraguayos seguidos por los brasileños sin muchas ganas de alcanzarlos, y hostigados desde tierra con la artillería volante, ser retiran los brasileños hacia el sur, quedando la escuadra inactiva durante 10 meses.

En la acción intervino con un frágil lanchón el sargento mayor José María Fariña, el héroe de Itapirú. El capitán Meza cayó gravemente herido y trasladado a Humaitá, murió el 28 de junio.

Fuentes:
- García Mellid. Atilio. "Proceso a los falsificadores de la historias del Paraguay"
- Thompson George. La guerra del Paraguay.
- Castagnino L. Guerra del Paraguay. La Tripe Alianza contra los paises del Plata
- Riquelme Manuel. Compendio de la guerra de al Triple Alianza
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

NIÑA SERBIA CANTA EL HIMNO ARGENTINO

Increíble interpretación del Himno Nacional Argentino por una niña serbia el 16-9-2011 en semifinales de Copa Davis. 
¡Para pasarlo todos los días en las escuelas!



NIÑA SERBIA CANTA EL HIMNO ARGENTINO

Increíble interpretación del Himno Nacional Argentino por una niña serbia el 16-9-2011 en semifinales de Copa Davis. 
¡Para pasarlo todos los días en las escuelas!



Rosas: La dureza necesaria


Como todos los políticos natos, Rosas era antes que nada un hombre de acción, una energía desbordante que debía traducir en creaciones.

Si comparamos su carrera con la de los grandes tipos de políticos que nos muestra la historia desde un César a un Mirabeau, observaremos sorprendentes analogías sobre todo en ese aspecto de la actividad infatigable orientada hacia lo concreto. Ese tipo humano representa el polo opuesto al contemplativo de gabinete, al intelectual que se paga de teorías, en quien suele suscitar una antipatía natural que huye con desdén puesto que triunfa donde aquél fracasa; lo cual no significa que sea menos inteligente puede serlo más . Debe servir a su necesidad de hacer. La de Rosas era eximia y sin duda cultivada por toda clase de lecturas en los forzados ocios camperos, como se advierte en la precisión y la frecuente elegancia de su estilo epistolar y burocrático. Pero necesitaba aplicarla a empresas creadoras, y así fue como independizado desde muy joven de su severo hogar patricio fue a trabajar al campo, fundó estancias, estableció industrias, administró bienes propios y luego por la confianza que inspiraba ajenos, e hizo una sólida fortuna.

Sabía que la solución estaba en la causa de los pueblos, identificada con el federalismo. Pero el peligro próximo del federalismo era la desintegración. Tal era el argumento de los directoriales y los unitarios que habían pretendido conjurarla mediante la intervención militar y la constitución centralista sin otro resultado que exacerbar el patriotismo local y el odio a Buenos Aires.

Esa política nos había ocasionado la pérdida de las provincias altoperuanas, del Paraguay y de la Banda Oriental y no era probable que el movimiento se detuviese allí pues ya integraban los emigrados en la Mesopotamia por el Este en Cuyo por el Oeste y en Jujuy y Salta por el Norte. A la tarea, de conciliar dos términos aparentemente contradictorios la autonomía con la unidad se aplicó Rosas con todas las fuerzas de su alma y todos los recursos de su indudable genio político y triunfó en ella, venciendo obstáculos que a cualquier otro habrían resultado insalvables: recelos e intrigas internas, calumnia sistemática, resistencia amada, intervención extranjera.

Era natural que, para lograr su objeto, se erigiera en único juez de sus medios por ser el único que dominaba la totalidad de las circunstancias atento por su situación como por su comprensión excepcional de la realidad concreta. ¿Cómo reprocharle que haya sido a veces duro, si él consideraba en dureza necesaria? En esas ocasiones es casi seguro que tenía razón y que las ejecuciones capitales que ordenó para salvar la patria asumieron un carácter de sacrificio de sangre ineludible y casi diríamos sacramental. Sea esto dicho para encarar de frente el cargo más constante contra el Restaurador sin aceptar por ello que haya sido especialmente sanguinario. La crítica histórica ha demostrado que las "tablas de sangre" de sus adversarios se hallan tan cargadas como las que a él se le atribuyen, sin justificarse por los resultados, desde Dorrego hasta Chilavert y el Chacho.

Si es así, ¿cómo se explica su leyenda? En el fondo no tiene otro origen que la antipatía tradicional en la América hispana, del especulativo (fraile o leguleyo) contra el activo (encomendero o militar), del hombre de toga o levita contra el de espada o lanza. Basta leer las expresiones con que se refieren a él en su correspondencia los unitarios desterrados desde los comienzos de su gobierno, es decir, mucho antes de que hubiera realizado ningún acto de rigor. Es el bárbaro, el salvaje, el "gaucho bruto" ¡Ah! los escrúpulos de los tenderitos graduados en el colegio y que se sienten muy superiores a sus compatriotas porque abominan de España y de la religión, ante el magnífico campesino que acaba de frustrar sus esperanzas de imponer al país el reinado de sus "luces".
(1954)

Fuentes:
- Castagnino Leonardo. Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades
- Chavez, Fermín. La vuelta de Don Juan Manuel
- Palacio, Ernesto.(*)
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

(*) Ernesto Palacio (1900 1979).Bonaerense. Colaboró en Martín Fierro y utilizó el seudónimo de Héctor Castillo o las siglas E.P. y H.C. Fundador, con otros, de la Liga Republicana, 1929. Inicialmente simpatizó con el anarquismo. Autor de Catilina contra la plutocracia en Roma, 1935; El espíritu y la letra, 1936; La historia falsificada, 1939; Teoría del Estado, 1949; e Historia de la Argentina, 1954. Cofundador del Instituto de I. Históricas Juan Manuel de Rosas. Diputado Nacional, 1946-52.

EL BATALLÓN DE AQUINO

Los veteranos federales

En vísperas de Caseros, ante la capitulación de Oribe en la Banda Oriental, un batallón federal pasa a las órdenes del coronel unitario Pedro León Aquino, amigo de Sarmiento. Son quinientos gauchos que han servido fielmente a Rosas durante más de quince años, en la lucha contra Lavalle, la revolución del sur y en el asedio de Montevideo. Son veteranos de las tropas de Oribe, pasados por la fuerza al ejército de Urquiza, al mando de oficiales unitarios. Solo quedarán los oficiales federales Aguilar y Guardia.

Habían dejado en sus pagos, mujeres e hijos sin pedir nada a cambio, y permanecieron más de quince años padeciendo privaciones y vitoreando a Rosas en cada batalla. Esos soldados no estaban conformes de combatir a las órdenes de oficiales unitarios que habían sido siempre sus enemigos, y deciden rebelarse.

La rebelión

Al pasar a Santa Fe, la tropa se subleva en la noche convenida, y dando muerte a Pedro Aquino y a todos los oficiales unitarios, marchan hacia Santos Lugares, donde son recibidos con vítores de admiración. Desde el Fuerte Federación (actual ciudad de Junin) dan aviso que vienen a incorporarse al ejército de Rosas. Son gauchos pobremente vestidos, rostros envejecidos y cuerpos con heridas de largas luchas federales, que regresan después de muchos años de sacrificios, a dar muestras de lealtad a Rosas, dispuestos a ponerse a las órdenes de “nuestro Gobernador”.

“Cuando esos gauchos veteranos llegaron al campamento de Santos Lugares –relata Antonino Reyes, que los recibió- el aspecto era imponente: sus ropas gastadas y hechas andrajos en la laboriosa campaña que habían hecho, llevando sus armas victoriosos en todas las batallas en que se habían hallado; unos habían envejecido, otros mutiládose por las heridas recibidas en los combates; venían después de once años de ausencia de la patria y del hogar a ver lo que encontraban de sus familias. Y sin embargo de todo eso, venían contentos de haber llenado su deber, a presentarse al Ilustre Restaurador de las Leyes, como ellos decían, a combatir a su lado contra sus enemigos. No había uno sólo que disintiese de esa voluntad, era uniforme, era el deseo de no parar hasta no llegar a la presencia de señor gobernador a quién querían ver.

Mucho trabajo me costó poder contenerlos allí con promesas que haría presente al señor gobernador su llegada y sus deseos, y que aguardarían su contestación.

Efectivamente esperaron con el caballo de la rienda. Así que regresó el chasqui que yo había despachado con aquel mensaje, lo rodearon y me pidieron que leyera el mensaje de Su Excelencia.

Abrí y leí en rueda de cabos, sargentos y oficiales lo que disponía el señor gobernador; que esperasen y que al día siguiente iría a verlos.

Al día siguiente, a la oración, llegó el gobernador. Yo presencié el momento en que entró a caballo en el centro de los cuadras donde estaban aquellos hombres alojados. En el acto se reunieron a su alrededor todos vitoreándolo, le besaban las manos, lo abrazaban y lo estrechaban con todo cariño. Allí estuvo con ellos mucho rato, y seguido de los más, fue a su alojamiento donde se sentó rodeado de muchos de ellos, hasta que pasado un tiempo lo dejaron ocuparse de sus asuntos del servicio”.

La confesión

Sarmiento opinará: “Estos soldados y oficiales carecieron diez años de abrigo, de techo y nunca murmuraron. Comieron sólo carne asada en escaso fuego y nunca murmuraron. Tenían por él, por Rosas, una afección profunda, una veneración que disimulaban apenas…¿Qué era Rosas, pues, para esos hombres? ¿O no son hombres esos seres? Reconocía así Sarmiento en esa gente las virtudes de las cuales él carecía.

El vencedor de Caseros se ensañará con “el batallón de Aquino”, fusilando y colgando de los árboles de Palermo a todos los sobrevivientes de batallón, incluidos oficiales y soldados, ofreciendo por varios días un espectáculo macabro que impresionó hasta visitantes de la ciudad y a los representantes extranjeros.

Testimonio

El general Cesar Díaz, jefe del ala izquierda del ejército de Urquiza, relata en sus memorias:
“Un bando del general en jefe había condenado a muerte al regimiento del coronel Aquino, y todos los individuos de este cuerpo que cayeron prisioneros fueron pasado por las armas. Se ejecutaban todos los días de a diez, de a veinte y más hombres juntos. Los cuerpos de la victimas quedaban insepultos, cuando no eran colgados en algunos de los árboles de la alameda que conduce a Palermo. Las gentes del pueblo que venían al cuartel general se veían a cada paso obligadas a cerrar los ojos para evitar la contemplación de los cadáveres desnudos y sangrientos que por todos lados se ofrecían a sus miradas; y la impresión de horror que experimentaban a la vista de tan repugnante espectáculo trocaba en tristes las halagüeñas esperanzas que el triunfo de las armas aliadas hacía nacer. Hablaba una mañana una persona que había venido a la ciudad a visitarme, cuando empezaron a sentirse muchas descargas sucesivas. La persona que me hablaba, sospechando la verdad del caso me preguntó “¿Que fuego es ese?” “Debe ser ejercicio”, respondí yo sencillamente, que tal me había parecido; Pero una persona que sobrevino en ese instante y que oyó mis últimas palabras, “Que ejercicio, ni que broma – dijo – si es que están fusilando gente”
(Memorias inéditas del general Cesar Díaz. P.307. cit.por A.Saldias.t.III.p357)

Nótese que esta salvajada de Urquiza es relatada por un general de su propio ejercito, lo que libra al testimonio de toda sospecha de falsedad.

Fuentes:
- Rosa, José María – Historia Argentina.
- Saldías Adolfo. Historia de la Confederación Argentina.
- Ibarguren Carlos. Juan Manuel de Rosas. Su vida, su drama, su tiempo.p.284.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

En La Plata con buena leche


(La Plata, Argentina)

Tras el acuerdo firmado por el Ministerio de Asuntos Agrarios con la Asociación de Criadores de Holando Argentino (ACHA) y la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Centro (Unicén), se presentó en la Casa de la Provincia de Buenos Aires la base de datos de registro de animales y productores de leche ante el titular de InterBull, organismo internacional de registro animal.

Estuvieron presentes el ministro de Asuntos Agrarios, Ariel Franetovich; el titular de ACHA, Aníbal Fernández; el decano de la Facultad de Veterinaria, Marcelo Aba; el vicepresidente de InterBull, Jay Mattison; el director de la Casa de la Provincia, Rodolfo Valenta; el rector consulto de Unicén, Néstor Auza, entre otros.

Los objetivos son disponer de información calificada que permita detectar animales genéticamente superiores; posicionar al sector para competir en los mercados internacionales de genética; y proveer el financiamiento para mejorar las evaluaciones genéticas para caracteres de relevancia en el ganado lechero y la realización de actividades de capacitación destinadas a los tambos de la Provincia de Buenos Aires. “Esto le va a permitir a la Argentina mejorar sustancialmente el desarrollo genético y la productividad. Brindar capacitación permanente e ingresar al mercado genético lechero internacional con el reconocimiento y la certificación mundial. Dejaremos de ser sólo importadores de genética y pasaremos a ser exportadores e integrar un grupo de 27 países que registran y certifican calidad”, destacó Franetovich.

“La Argentina a través de la Provincia será el primer país de Latinoamérica en participar en esta evaluación. Hacia esos objetivos hoy dimos un paso importantísimo, respaldando y alentando, mediante esta articulación de lo público y privado, junto a la Asociación de Criadores y a la Universidad del Centro a través de su Facultad de Veterinaria de Tandil”, agregó el ministro.

Se presentó la conclusión de la primera etapa que es la puesta a punto de las bases de datos de ACHA para empezar a participar de InterBull (subcomité de ICAR – Comité Internacional de Registro Animal).

Interbull provee liderazgo internacional en el desarrollo de evaluaciones genéticas internacionales para la mayoría de las características económicamente importantes en ganado lechero. Hay actualmente 27 países suscriptos a este servicio. Mediante los beneficios de información e investigación desde todo el mundo, Interbull contribuye a un mayor progreso genético para sus países miembros.

El Sistema Nacional de Control Lechero Oficial, organizado y fiscalizado por la Asociación Criadores de Holando Argentino, controla 550.000 vacas mensualmente, de este total aproximadamente el 53% corresponden a vacas lecheras de establecimientos de la provincia de Buenos Aires (ACHA, 2010).

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado y que la Asociación Criadores de Holando Argentino, en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNCPBA, han analizado y detectado como fortalezas existentes la organización de los libros genealógicos, sistema de control lechero oficial, calificaciones físicas, evaluaciones genéticas por producción y base de datos en línea recientemente implementada, es que en conjunto con el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires (MAA) se propone la ejecución de un “Programa de Mejoramiento genético, técnico y operativo”, que cuente con la estructura y organización correspondiente, para la coordinación de actividades entre los distintos actores involucrados y de esta manera potenciar el mercado provincial, nacional e internacional de la genética de bovinos destinados a la producción de leche.

(en RazonEs de Ser)

“EL SABIDO CORRESPONDENTE” - Más sobre Pedro Duval

Saladero de la época

“EL SABIDO CORRESPONDENTE”
(o “El conocido corresponsal”, en portugués)

Históricamente Brasil ambicionó dominar una margen del Río de La Plata para comunicar su Mato Groso y hasta dominar o ejercer su influencia sobre Paraguay, (parte de “las Provincias Unidas del Río de la Plata) al que finalmente le tomó parte del chaco Paraguayo y la Misiones Orientales (con la complicidad de Mitre, por cierto). Esta política los impulsó desde siempre a conquistar también la Banda Oriental, o al menos a lograr su separación de las Provincias del Río de La Pata. También hubo intentos de separar Entre Ríos y Corrientes para formar una “República de la Mesopotamia”, por partes del imperio, tal como lo ofrecieron los unitarios de Montevideo a Inglaterra mediante la gestión de Florencio Varela ante Aberdeen (1844) en la corte de Inglaterra, tradicional aliado de brasil desde el siglo XIII. Inglaterra, fiel a su tradición del “divide y triunfarás” y a su “No tenemos perpetuos aliados ni eternos enemigos. Nuestros intereses son lo perpetuo y lo eterno.” (Lord Palmerston) no dio el visto bueno de conquista a brasil, y prefirió la separación en estados menores independientes. “El gobierno no ha traído a la América a la familia real de Portugal para abandonarla y la Europa (Inglaterra) no permitirá jamás que dos estados sean dueños exclusivos de las costa orientales de la América del Sud, desde más allá del Ecuador hasta el Cabo de Hornos” (Lord Ponsonby)

Esta política unitario-inglesa-brasilera, produjo innumerables refriegas con la Provincias del Río de la Plata y con la Confederación Argentina, que llevó hasta la guerra contra el imperio de Brasil, derrotado en Ituzaingo por el ejecito Argentino, no obstante lo cual cede la dominación de la banda oriental al Brasil, (como si hubiéramos sido derrotados), por obra y gracia de nuestro de nuestro “ilustre” Rivadavia, que prefería tener el ejercito en Bs.As. para aplastar al interior “a palos y cueste lo que cueste” (Agüero). Esta escandalosa capitulación después de la victoria, produjo tal efervescencia y descrédito de Rivadavia, que aunque quiso poner de chivo expiatorio a García, tuvo que abandonar el gobierno. (con lo, a decir verdad, nos libró para siempre del “sapo del diluvio”) “Estando (Rivadavia) en sus últimas boqueadas (last gasp) pero aún no muerto –informa Lord Ponsonby al Foreign- vio en el rechazo del convenio de García una última esperanza de salvarse apelando a las pasiones patrióticas y presentándose él mismo como el salvador de la Patria”

Dorrego quiso retomar la guerra ganada, pero el Banco de Bs.As. (dominado por los accionistas ingleses) le negó todo recurso: "no facilitarle crédito sino por pequeñas sumas para pagos mensuales" (instrucciones de Lord Ponsonby a los accionistas del banco). Convencido Lavalle (la Espada sin cabeza) por los iluminados como Del Carril y Agüero, derrocó y fusiló sin mas trámite a Dorrego, gobernador legal de la Provincia de Bs.As.

Rosas consideraba a Paraguay parte integrante de la Provincias del Río de La Plata, y no pretendió anexarla por la fuerza a la Confederación, sino que le dio el trato de “Provincia”, tratando de atraerla por convencimiento y no por la fuerza. Similar política tuvo con Bolivia y la Banda Oriental, apoyando con el ejercito a argentino al general Oribe, presidente electo del Uruguay y desplazado por la ingerencia brasilera.

Por otro lado Río Grande do Sul trató de independizarse del imperio a través de la revolución de los “farraphos”, que pidieron auxilio a Rosas, y hasta tuvieron intenciones de unirse a la Confederación Argentina.

Esta situación política mantuvo una situación de estado latente de guerra con el imperio, incluido espionaje y contraespionaje de ambas partes, que llevo casi a la guerra con brasil, (ganada de antemano por la evidente superioridad argentina) y que finalmente terminó en el derrocamiento de Rosas por la traición del Urquiza, jefe del ejército de vanguardia, que se pasó con todo su ejercito al bando enemigo en vísperas de la guerra.

Durante esa guerra diplomática de intrigas y de espionaje, Andrés Lamas y Alsina comienzan a recibir, a través Juan Nepomuceno Madero, información confidencial y reservada desde Buenos Aires, que retransmiten al encargado de negocios de Itamaraty, Rodrigo de Souza da Silva Pontes. Los informes eran remitidos desde Buenos Aires por Pedro Duval a Madero, y a veces directamente a Lamas o al mismo Ponte de Ribeiro en Río de Janeiro.

Los informes eran de tal precisión y detalle, que solo podría conocer alguien muy cercano a Rosas o a sus ministros. Pasaba información relacionada con movimientos del ejército, diplomacia, correspondencia secreta y hasta cosas intimas como el humor del Restaurador. Los informes tuvieron tal credibilidad para los brasileros, que muchas veces guiaron su propia política y sus pasos, a tal punto que el ministro brasilero, por desconfianza, llego a prescindir de sus secretarios para redactar sus informes.

Pero, ¿cómo haría este Pedro Duval para conseguir la información, que siendo un empleado del correo sin acceso al circulo de Rosas, conocía tantos detalles, y trasmitía por correspondencia manuscrita por su letra?.  ¿Obtendría los informes de algún allegado a Rosas, o algunos de sus ministros o secretarios, Reyes, Pedro de Angelis, Felipe Arana? No se supo que recibiera dinero por el servicio ni como ni con quien sustraía tan valiosa información. ¿Sería algún infiel de Rosas que le daba información? ¿Algún despechado? Lo cierto es que se enviaban informes reservadísimos, por vía Madero-Lamas-brasil y el propio Madero pide a Lamas “mucha reserva y circunspección; está en riesgo un pescuezo y de un bueno y útil servidor”. Madero protegía a su informante directo Duval y a su vez al secreto informante de éste.

Pero ¿quién era este secreto informante, tan allegado a Rosas? Las sospechas caían sobre el propio Felipe Arana o su amigo Pedro de Angelis, redactor del “Archivo Americano”. El historiador brasilero José Antonio Soares de Souza deduce que es Pedro de Angelis, vinculado a Pontes, amigo de Madero y Varela y de la confianza de Arana y el propio Rosas. Pero ¿por qué lo haría? Por dinero, por convencimiento o por solo gusto de la intriga y la traición? Lo cierto es que después de la caída de Rosas, Duval siguió con su empleo en el correo, y de Angelis fue respetado por los vencedores de Caseros, y hasta recibió cierta ayuda económica en Brasil.

El historiador José María Rosa da cuenta de una carta descubierta en el Archivo de Rosas que dice textualmente: “Llegó hace dos horas la “Carmen” y hasta ahora no tengo ninguna suya. Le pido me informe sobre la misión del nuevo comisionado Terreros. He visto en una carta, de ésa del 20 que han llegado algunos delegados de las provincias ofreciendo todo. Insisto sobre la misión de Terreros y sobre el papel de Southern para trabar la acción de Brasil (que no podrá) y lo que haya comunicado Oribe. Después de lo que escribí a usted solo podré agregarle que lo único que se espera para empezar por todas partes es el regreso del comisionado de Urquiza que se espera en el Golphino por momentos. Resumiendo: el 13 salían del Janeiro dos vapores para conducir al Río Grande 400 hombres de línea (cazadores) para estar en la escuadrilla brasilera. Grenfell esta deseando empezar, y empezará de un modo firme y de frente. Vamos a ver si por ahí ayudan cuando llegue el momento. B”. La carta firmada por Nepomuceno Madero (B) y dirigida al sabido correspondente, fechada en Montevideo el 22 de mayo de 1851 fue respondida punto por punto por el sabido correspondente, tal como informa Lamas a Alsina en carta del 27 de mayo: “Llegó esta mañana el Esk con fechas de ayer. El gran corresponsal algo dice (aquí los informes). Por supuesto el corresponsal aconseja, clama y repite que se obre pronto, pronto” (Carta de Lamas a Alsina que se encuentra en el archivo de Montevideo, Legajos de Lamas, caja 89, legajo 19. según el historiador J. M. Rosa.)

Releyendo la carta en que Madero le pide informes al corresponsal, es evidente que no solamente pide informes, si no que los proporciona: que el comisionado de Urquiza llegará en el Golphino, que salieron 400 hombres para reforzar el ejército brasilero y que el almirante Grenffel estaba dispuesto a dar inicio inmediato de las acciones, etc.

Ahora bien, si la carta remitida por Madero al “corresponsal” (Duval) está en poder de Rosas, y aun así aquel puede responder a Madero sin ser molestado, es evidente (y así lo deduce el JM Rosa en su artículo “El misterio del Sabido Correspondente”) que la carta fue directamente dictada por el Rosas a Duval, (o a alguien que imitara su letra). No era otro que el mismísimo Rosas (por intermedio de Duval, de Angelis y Madero que jugaban de su parte) que valiéndose de los unitarios de Montevideo, trasmitía al imperio informaciones veraces pero intrascendentes y a su vez recibía valiosa información del enemigo. Por intermedio del Sabido Correspondente condicionó las actitudes de Brasil, engañado por años en cuanto a las verdaderas relaciones del la Confederación con Inglaterra y Francia, movimiento o preparación de tropas, etc. El impecable José María Rosas en su artículo dice "¡Gaucho pícaro y taimado, que supo engañar a hombres tan hábiles como los diplomáticos del Imperio!".

Bibliografía:
“Historia Argentina” (José Maria Rosa)
“La Caída de Rosas” (J. M. Rosa)
“El misterio del Sabido correspondente” (J. M. Rosa)
“Rosas y la Política Exterior” (Enrique Arana)
“Final de la Guerra Grande” (Manuel Fonseca)
“La Guerra Grande” (Alberto de Herrera)
“Acusación y Defensa de Rosas” (Rodolfo Trostine)

Fuente: www.lagazeta.com.ar
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Más sobre Pedro Duval y cuestiones relacionadas.

El primer saladero para exportación en la provincia de Buenos Aires lo instaló en 1798, Agustín Wright; estaba próximo a la Ensenada de Barragán. Wright era hijo de Charles Wright (Inglaterra 1720 - Bs. As. 1793) y de María Martina Prans.

Según el enjundioso “Diccionario de Británicos en Buenos Aires” de la historiadora Maxine Hanon, Charles había tenido la concesión de importar a América esclavos negros; al revocarse este tráfico se quedó en el país y adquirió en Entre Ríos la estancia Inbicuy, aquí se casó con María Martina, criolla, el 20 de julio de 1744 y se convirtió al catolicismo. Tuvo siete hijos entre ellos Agustín que se casó con María Estanislada Tartas y murió el 2 de agosto de 1817.

John I. y Edwin Clark, hijos de William y Catherine Watson, llegaron al Pago de la Magdalena a comienzos del siglo XIX. Pertenecían al grupo de paisanos que Wright convocó a partir de 1789, para instalarse con fábricas de carne salada en la Ensenada de Barragán. Lo siguieron los Staples y los Mac Neal. Luego, el francés Pedro Duval se asoció con Juan Isidoro Clark con dicho fin. Este, a su vez, se asocia con Robert Nalder Taylor
Siguiendo el diccionario de Maxine Hanon, Robert N. Taylor era hermano de Frederick Thomas Taylor, hijos ambos de Thomas y Susan Nalder, que murió en Quilmes el 12 de mayo de 1861. Frederick tuvo una importante estancia en Ensenada llamada “La Paloma”. Esta propiedad fue precisamente descripta por el viajero William Mac Cann.
Robert había llegado al país, aproximadamente en 1830 y en 1839 compró la chacra “Los veinticinco ombúes” de los Hudson, 127 hectáreas que vendió en 1841 a James Brown. Fue administrador de la chacra de Quilmes de su hermana Mary y murió el 22 de marzo de 1863.
Un hijo de Frederick, Joseph George, a quien llamaban "don Pepe", que había nacido a bordo del buque Thalía cuando sus padres emigraban a la Argentina, se casó con Catalina Meals, hija de Félix Meals el segundo maestro, después de José Rosende, que ejerció en el pueblo de Quilmes. 

Edwin Clark se casa con la hermana de los Taylor, Mary, inglesa, y se instala en Quilmes en una chacra de 115 hectáreas pegada a la de Juan Isidoro, que luego la adquiere en parte. Edwin ya separado de su mujer muere en Quilmes en 1850. Mary murió en 1884. Tuvieron cinco hijos: Susan, Ema, Edwin, John y Robert. Estos dos últimos residieron en Quilmes. El primero se casó en 1872 con su prima Elyzabeth Clark (viuda de Semple) y Robert Clark con otra prima, María Taylor, hija de Frederick.

Juan Isidoro Clark nació en Yokshire, Inglaterra en junio de 1800. Vino a la Argentina en 1825. En 1827 llegó a Quilmes y en 20 años realizó progresos asombrosos que William Mac Cann en sus memorias describe al detalle. Dio pujanza y modernidad a los establecimientos saladeriles que crearan con los Taylor: “La Materna” y “La Bella Vista”, donde él, a su vez, abrió una casa de ramos generales llamada “La Banderita”. 

Cuando desapareció la industria de la carne salada con la aparición de los barcos frigoríficos del mismo modo tuvo un exitoso cometido con las actividades agrícola-ganaderas y de granja. Además de las nombradas también fue propietario de “La Chacra vieja”, “El Azotea”, “Los Pinos”, “La Quinta Grande”, una estanzuela en Ensenada y otras dos en Magdalena y Melincué. Su esposa fue Ann Mary Whitaker. Fueron sus hijos. Elizabeth (*26/1/1840) casada con James Semple y en segundas nupcias con John Nadler Clark, su primo; Charles (29/3/1842), casado con Bárbara Semple, hija de un primer matrimonio de James Semple, el primer marido de su hermana Elizabeth; Ann Mary (7/11/1847) casada con Albert Barnett y establecida en Inglaterra.
Juan Clark murió el 23 de febrero de 1874 dejando una fortuna de 18.000.000 de pesos plata. Su mujer murió en Quilmes tres años después.
 
Es una de las primeras familias inglesas que se instala con residencia fija en el casco urbano del pueblo. Los ingleses, por lo que se conoce en estas costas, y sobre todo los que manejaban la industria saladeril, no tuvieron inconvenientes políticos durante la gobernación de don Juan Manuel de Rosas. E incluso como lo manifiesta Guillermo Hudson en “Allá lejos y hace tiempo”, lo miraban con cierta admiración. Los Clark profesaban el culto presbiteriano.
El gentilicio “inglés” en esta parte de América se refería a todos los que hablaban la lengua inglesa, ya sean escoceses, irlandeses, galeses o ingleses propiamente dichos. La inmigración británica más numerosas en el Pago de la Magdalena, el Partido de Quilmes, fue la escocesa y luego la irlandesa.
En la diversa documentación hallada, los nombres y apellidos sufren variadas modificaciones, cambios y la castellanización de algunos de ellos, como por ejemplo Edwin, por Eduardo; Melville Sewell por Miguel Sebastián; Yeates o Yates; Batte ó Bate, etc. La repetición exagerada de los mismos nombres en una familia se presta a confusión para identificar a cada individuo, principalmente cuando hay contemporaneidad, como sucede con los Clark: John, Robert, Mary, etc.
Don Juan Clark Watson, fue electo municipal en 1855 por sufragio. Las primeras elecciones que se realizaron con ese fin después de la supresión de los Cabildos en 1821. 

Integraron este primer Concejo municipal además de Clark, el doctor don José Antonio Wilde, también de origen británico y el segundo médico con que contó el pueblo y la campaña de Quilmes, Rufino Fornaguera y el Preceptor don Robustiano Pérez como secretario. Le cupo a esta administración la tarea de empezar a “diseñar” el pueblo. Se encargó de la limpieza de calles y plazas, arrancando maleza y cicuta; de acondicionar los caminos especialmente el que conducía a Buenos Aires y a La Ensenada; más otras mejoras urbanas.