¿Dónde estamos?

Argentina está situada en el Cono Sur de Sudamérica, limita al norte con Bolivia, Paraguay y Brasil; al este con Brasil, Uruguay y el océano Atlántico; al sur con Chile y el océano Atlántico, y al oeste con Chile. El país ocupa la mayor parte de la porción meridional del continente sudamericano y tiene una forma aproximadamente triangular, con la base en el norte y el vértice en cabo Vírgenes, el punto suroriental más extremo del continente sudamericano. De norte a sur, Argentina tiene una longitud aproximada de 3.300 km, con una anchura máxima de unos 1.385 kilómetros.
Argentina engloba parte del territorio de Tierra del Fuego, que comprende la mitad oriental de la Isla Grande y una serie de islas adyacentes situadas al este, entre ellas la isla de los Estados. El país tiene una superficie de 2.780.400 km² contando las islas Malvinas, otras islas dispersas por el Atlántico sur y una parte de la Antártida. La costa argentina tiene 4.989 km de longitud. La capital y mayor ciudad es Buenos Aires

PAPA FRANCISCO

PAPA FRANCISCO

Juan de Almagro

Juan de Almagro era, por 1801, propietario de la parcela comprendida entre las hoy calles Chile y Bolivia, desde San Martín a La Merced. ¿Quién era y cómo vino a caer por estos pagos?
Malagueño (no sabemos si "saleroso"), abogado, fue enviado a América como Oidor de la Real Audiencia de Charcas. Trabajó luego siendo algo así como "asesor legal" de varios virreyes. Hasta la Revolución de Mayo fue también Auditor de Guerra, tarea que no sabemos en qué consistía. En el Cabildo Abierto del 22 votó tibiamente lo que votara la mayoría, y aún así con reservas. Lo que sí sabemos hizo bien fue llenarse de dinero y de propiedades. En Buenos Aires se compró 80 manzanas (hoy "Barrio de Almagro"). En nuestra Ensenada adquirió las dos hectáreas antes mencionadas a Tomasa López de Osornio el 21 de febrero de 1800, porque tenía el "dato" de la fundación próxima de la ciudad. Murió el 24 de julio de 1843, inmensamente rico.
Esta información que tomamos, como muchas veces lo hacemos, del trabajo de Carlos Asnaghi, nos permiten un par de reflexiones. La primera es que "vivillos hubo siempre" y Juan Manuel de Almagro demostró una vez más que los "gallegos" no son son como los pintan en algunos cuentos. Además, una segunda reflexión que es una pregunta cuasi retórica: ¿Por qué doña Tomasa le vendió a Almagro tierras a metros del centro un año antes de su segura valorización? ¿No sabía?