"Encomienda" porque al abrirlo encontrarás un mail que nos acaba de llegar enviado desde Israel por un matrimonio híbrido (berissense-ensenadense) como tanto que conocemos, más un hermoso relato acerca de un hecho real por ellos vivido, más nuestra respuesta en la que explicamos por qué les tenemos tanto afecto. Así que... abriendo la encomienda, por favor...
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Apreciado Daniel.
Hace unos meses atrás, una paloma fue la protagonista de otra corta y real historia que difundí entre mis amistades. Te la envío por que pienso que te puede interesar para ser incluída en tu blog.
Un abrazo
Milo
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La protagonista, retratada por Milo
En horas de un medio día, como dos buenos jubilados mi señora y yo salimos a tomar un poco del sol otoñal, en el hermoso paseo que Natanya tiene frente al mar.
Activos como somos, mi señora aprovechó la larga y pareja vereda para hacer su acostumbrado "footing", y yo me quedé fotografiando la zona que mucho se presta para ello.
Antes de volver a casa nos sentamos en un banco para observar el mar, bajo una de las numerosas glorietas que adornan el paseo.
En eso, una pequeña palomita silvestre se acerca a unos dos metros de nosotros y no nos deja de observar.
Yo no termino de sacarle fotos.
Ella no se mueve del lugar y, como haciendo poses para el fotógrafo, se para en una patita, se higieniza las plumas, se sacude y de vez en cuando nos mira, mira para arriba, mira para abajo, pero siempre sin abandonar el lugar.
-¿Qué pensará la palomita?- nos preguntamos. -¿Sabrá ella que nosotros queremos a los animales y por eso no nos tiene miedo? ¿Querrá venir hacia nosotros pero por timidez no se atreve?.
Cuando por fin nos levantamos y comenzamos a caminar para dar por terminado el paseo, nos dimos cuenta al mirar hacia atrás, qué es lo que la palomita pensaba:
-¿Cuando se irán estos señores?
La palomita corrió hacia el lugar que abandonamos, y comenzó a picotear con avidez los restos de semillas que abundaban debajo del banco.
Samuel Auerbach.
--------Samuel "Milo" Auerbach - berissense de la calle Nueva York - y Susana Katz - ensenadense - (la de "Muebles Katz" ¿te acordás?), viven hace unos cuantos años en Israel.
El milagro de internet nos permitió establecer un vínculo que podemos considerar verdaderamente fuerte y que se afianzó cuando conocieron a Olga en una visita a Ensenada - milagrosa, pues ya ni ellos ni nosotros vivíamos en la zona. Pero luego se reforzó a través de amigos comunes como nuestra querida Graciela Glas.
Mucha historia formal e informal que pudimos sumar a nuestras páginas berissenses surgieron de la memoria y la pluma de estos amigos. Y no quisimos escatimar a los ensenadenses que tanto tienen que ver con todo este tesoro la posibilidad de compartirlo.
Por eso, como los muchos lectores berissenses lo han disfrutado en páginas propias, este relato y quizá otros que le sigan se vuelcan en este blog dedicado a Ensenada. Que los berissenses se asomen, entonces, a participar aquí de las historias antiguas y nuevas de los Auerbach.
Olga y Daniel