Juan Bautista Alberdi (1810-1884)
Por el camino del primer centenario, deseo evocar la figura de un gran pensador y de un patriota, que vivió dando a su país y a la América toda, lo mejor de su inteligencia y de su sabiduría. Dignas de leerse siempre son sus obras más difundidas: “El crimen de guerra”, “Estudios económicos”, “Cartas Quillotanas” y las “Bases”. En todas ellas se define el filósofo, el sociólogo, el historiador, que supo interpretar la realidad a la luz de las ciencias positivas. No fue un teórico, sino un observador de los hechos, proyectándolos en el porvenir. Por eso, a más de ciento veintitrés años de su muerte, sigue siendo uno de los grandes mentores de las generaciones argentinas.
Juan Bautista Alberdi nació en Tucumán en 1810, trasladándose, niño aun, a Buenos Aires, donde siguió la carrera de las leyes. Vinculado con Juan María Gutiérrez, Echeverría y otros patriotas, fundó en 1837 la Asociación de Mayo, iniciando su actuación pública como periodista y escritor. Poco tiempo después debió expatriarse a Montevideo, huyendo de las persecuciones de Rosas. Años después, y luego de un viaje por Europa, se estableció en Chile, donde adquirió gran prestigio como jurisconsulto. Volvió a su tierra después de Caseros.
Como publicista, Alberdi ocupó un lugar destacado en la historia de América; su obra es realmente asombrosa por su extensión y por la sabiduría con que estudió en ella los problemas económicos y sociales de su época. Su libro más famoso fue “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina ”, que entre otros modelos sirvió a los constituyentes de 1853, para redactar la Constitución.
Fragmento de una nota de
Hugo César