- ¿Quién es?
- La Pobreza
- ¿Y por qué vienes aquí? ¿Qué hice yo de malo para que quieras entrar en mi casa?.
- Nada, eso mismo, no has hecho nada. No te has ocupado por erradicarme. No has sido solidario con tu prójimo, con el que menos tiene. No te has esforzado en estudiar a los candidatos que votaste para conocer sus ideas. No te has comprometido en involucrarte, pero sí opinas bastante; siempre te quejas en el lugar equivocado. Tu vecino no es la persona a quien tenés que quejarte, es a tus gobernantes; por eso vengo a instalarme a tu casa.
- No, no te voy abrir, me resisto. No quiero que destruyas mi familia, mi porvenir. No quiero pasar necesidad, no quiero pasar hambre, no quiero pasar frío ni calor. No quiero esto para mí ni para nadie. Dime cómo hago para que te vayas.
- Primero, con fe y esperanza sé solidario con tu prójimo, aunque sea con algo mínimo. No una vez. Siempre. No cortes la cadena, únete. Si no tienes trabajo, busca; si tienes, trabaja duro, pon lo mejor de ti y, si puedes, da trabajo. Recuerda: no rompas la cadena. No dejes que otros gobiernen tu vida.
-¡Pero para eso los voté!
- No, los votaste para que te administren y te guíen. Tú decides por dónde quieres ir. No pelees, háblales.
- No me escuchan.
- Vuelve a intentarlo, reclama una y otra vez. Diles que se equivocaron, son humanos como tú. Algunos tardan más en entender. Sé paciente, pero con firmeza. Hazte escuchar.Y la próxima vez, elige bien. ¿Entendiste?
- Sí.
- Ahora me voy a quedar aquí en tu puerta, y ante el mínimo error entraré para quedarme.
Carlos Moure
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