Yo creo que no se pueden considerar malos, sino en riesgo de llegar a serlo, aquellos que:
1º Emigran de ciudades o de diversos pueblos y van en busca de trabajo a otras ciudades y países. En general éstos llevan consigo un poco de dinero que gastan en breve tiempo. Si después no encuentran trabajo, corren verdadero peligro de dedicarse al robo y comenzar el camino que los conduce a la ruina.
2º Aquellos que quedaron huérfanos de padres y no tienen a nadie que los acompañe, quedando abandonados al vagabundeo y a las malas compañías, cuando una mano amiga o una voz caritativa, habría podido conducirlos por el camino del honor y del honesto ciudadano.
3º Aquellos que tienen padres que no pueden o no quieren hacerse cargo de sus hijos; y por tanto los echan de la familia o los abandonan totalmente. De estos padres crueles lamentablemente hay un gran número.
4º Los vagabundos que caen en manos de la policía pero que no son todavía delincuentes. Éstos, si fueran recogidos en un hogar donde se los instruyera y encaminara al trabajo, serían ciertamente arrancados de las cárceles y restituidos a la sociedad.
Don Bosco