Son argentinos pero no menos peligrosos que aquellos.
Nuestra cámara oculta logró sorprenderlos cuando ensayaban los festejos de lo que creen será un operativo exitoso que les permitirá capturar a cientos de ensenadenses y someterlos sin piedad a un prolongado e intenso ataque de risa.
El jefe, dicen, es el tipo que en la foto pone cara de jefe. Ése de moñito al que el saco no le queda estrecho sino más bien "holgado"(¿captó la sutileza?).
Fuentes generalmente mal informadas nos aseguraron que la estratega, y culpable a priori de alta traición calificada es una ensenadense que se ve con atuendo rojinegro en el centro de la banda.
Cuando preguntamos a esas mismas fuentes para cuándo se vendría el desembarco, nos aseguraron que, si las cosas salen buenas, antes de fin de año, y hasta podría haber una doble invasión.
Vecinos preocupados por el rumor han comenzado a juntar ingentes cantidades de coque calcinado de alto efecto tóxico que encontraron fácilmente en cualquier rincón de su hogar para, en caso de extrema necesidad, arrojarlo a modo de defensa propia, tal como hicieran con el aceite hirviendo las patriotas de Buenos Aires hace dos siglos y pico.
Estése atento. Ampliaremos (no la fotografía, pero sí la información) cuando nos enteremos de cómo va la cuestión.