Hoy debemos decir adiós a un amigo, y eso es bien difícil.
Silenciosamente, como gustaba de hacer las cosas, sin estridencias, así, calladamente nos dejó Cirilo.
Amigo, maestro y militante político e institucional por convicción.
Lo recordamos por su generosidad, al instalarse en un espacio político nuevo, sin vedetismos, sin pretensiones.
Lo evocamos desde los acuerdos humanos, que son los que importan, por que son los que le sirven a la comunidad y nos hacen crecer.
Cirilo Nelson Caraballo, viejo querido, gracias por habernos honrado con tu afecto, por permitirnos ser parte de tu historia, por tu sencillez y tu afecto cotidiano.
El Militante