Que el día del estudiante no pase sin que lo veamos. Las risas de los chicos, tan espontáneas y frescas, entrelazadas con sus llamados, ruidos y grititos.Sus travesuras, que aún renovadas nos recuerdan a las nuestras. Y vueltas a vivir, vemos en ellas no sólo diversión, sino también un ejercicio para la reflexión con el otro sobre sus y nuestros límites.Su sentido de nosotros, de que somos muchos, de que estamos juntos. Y de que la vida puede ser vivida en comunión con los otros. El valor de la amistad, manifiesta y expresada sin pudor en un collage, en un corazón dibujado con la palabra te quiero, en una cartita.
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