"Mi mamá era pantalonera, mi papá tenía un negocio de radios y colocaba antenas en Ensenada.
A mis cinco años nos vinimos para La Plata, donde se asoció con la tienda Montequin, que luego, en 1946, dio lugar a Delmar".
Cuando cinco décadas más tarde, ésta cerró definitivamente sus puertas había pasado de ser una modesta tienda familiar a un referente de la moda dentro del país.
En el medio, nunca dejó de retribuirle los logros a la comunidad que la vio crecer.
El Día - La Plata